Señor Director:
Con mucha decepción nos enteramos de que por falta de quórum se rechazó el proyecto de ley que buscaba que los niños, niñas y adolescentes de 11.000 escuelas del país participaran en el proceso constituyente que se lleva a cabo actualmente.
Una Constitución es más legítima en la medida que más ciudadanos participan en ella. Los niños, niñas y adolescentes chilenos, ciudadanos no reconocidos por la actual Constitución, son sujetos de derecho que viven y ejercen influencia en sus vidas cotidianas, que tienen historias, opiniones y afectos relevantes de conocer y de ser parte en la nueva Carta Magna.
Actualmente, un grupo de investigadores e investigadoras acompañamos establecimientos que han decidido llevar por su cuenta actividades participativas donde sus estudiantes tienen un rol activo acerca de la nueva Constitución. Nos hemos encontrado con escuelas deseosas de trabajar con sus estudiantes, que ya poseen y/o proyectan más trabajo participativo con ellos y que reconocen la importancia que tiene para la educación ciudadana ser parte de estas instancias. Sin el proyecto de ley, igual hay establecimientos que reconocen la participación como una forma significativa de aprendizaje para los y las estudiantes.
No obstante, consideramos que las escuelas necesitan el apoyo de la política pública para llevar a cabo instancias que de otra manera quedan sujetas a las posibilidades de algunos docentes o, simplemente, no son consideradas relevantes a pesar de su enorme valor. Con esta decisión, el Congreso ha perdido la oportunidad de democratizar el proceso constitucional, darle un lugar a los niños, niñas y adolescentes como ciudadanos, y ha tirado por la borda la posibilidad de apoyar a las escuelas en su rol formativo.
Atte.
Mónica Peña
Académica de la Facultad de Psicología
Universidad Diego Portales.
