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Convención: correr el cerco y estar a la altura Opinión Crédito: https://www.chileconvencion.cl/

Convención: correr el cerco y estar a la altura

Benito Baranda
Por : Benito Baranda Convencional Constituyente, Distrito 12
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En la Comisión provisional de Ética escuchamos a decenas de organizaciones territoriales y académicas de distintos sectores y tendencias. Hemos conversado y reflexionado largas horas y llegamos a un proyecto de Reglamento de Ética que no ha temido en realizar las innovaciones necesarias para cumplir de mejor manera nuestro mandato. Ahora este proyecto se presentará al pleno de la Convención, y esperamos que el ejercicio deliberativo, de cara a la ciudadanía, nos permita perfeccionarlo.


Estas semanas en la Convención han sido intensas y tremendamente enriquecedoras. Instalarnos y comenzar a funcionar, ha sido emocionante y exigente, con arduo trabajo y diálogo sin exclusiones.

La confianza de la ciudadanía implica estar a la altura del desafío: debemos adoptar reglas de convivencia con el más alto estándar democrático, para que tengamos un buen trato, basado en el reconocimiento del otro y de nuestra pluralidad, sin lugar a discursos de odio, con respeto a los DD.HH., y, sobre todo, con absoluta probidad, rigurosidad y sin influencias indebidas en el ejercicio del cargo.

En la Comisión provisional de Ética escuchamos a decenas de organizaciones territoriales y académicas de distintos sectores y tendencias. Hemos conversado y reflexionado largas horas y llegamos a un proyecto de Reglamento de Ética que no ha temido en realizar las innovaciones necesarias para cumplir de mejor manera nuestro mandato. Por la magnitud del desafío, elevamos el estándar en relación con el Reglamento de Ética de la Cámara de Diputados, las leyes vigentes en materia de probidad y transparencia.

[cita tipo=»destaque»]Es necesario “correr el cerco”, porque la ciudadanía confía en nosotros y debemos demostrar que nuestro trato puede evolucionar, que las diferencias pueden convivir en un ambiente ejemplar de respeto, diálogo, diversidad, transparencia y trabajo; que nos podemos hacer cargo de las fracturas sociales y  construir, colaborativamente, las bases de un Chile plural, democrático y digno.[/cita]

Un par de ejemplos: afinamos la regulación de los conflictos de intereses, estableciendo la exclusividad en el cargo y el deber de abstención, para que siempre prime el interés general por sobre el particular; como trabajamos en equipo, extendimos los deberes de transparencia y probidad a nuestros asesores y todos los colaboradores de la Convención; y regulamos un procedimiento especial para casos de violencia política de género, velando por la protección y acompañamiento a la víctima.

Además, hemos respondido a los riesgos propios de nuestro rol y de la democracia actual,  a través de una reflexión respecto de cuáles son las condiciones mínimas para proteger un diálogo democrático, de respeto y buena convivencia. Por ello, incluimos infracciones que eviten la propagación de noticias falsas, tan graves cuando vienen de una autoridad y que imposibilitan un diálogo efectivo entre quienes piensan distinto.

También nos preguntamos cómo evitar entre nosotros, en razón de nuestra responsabilidad como constituyentes, toda acción que pueda servir para oprimir, excluir o discriminar a grupos. Así, propusimos infracciones a los discursos de odio, aquellos que directamente buscan incitar la discriminación a un grupo, y que no haya lugar a los discursos negacionistas, aquellos que glorifican o justifican las violaciones a los derechos humanos; acciones que afectan a la vigencia del compromiso del “¡Nunca más!”. La libertad de expresión es un derecho fundamental en una sociedad plural y no se pone en duda, pero ella tiene un evidente límite y se transforma en abusiva cuando daña o amenaza la dignidad del otro.

Finalmente, para que esta regulación no quede en letra muerta ni se preste para un uso discriminatorio, nos someteremos a un Comité Externo formado por expertos, quienes investigarán y sancionarán con objetividad y rigurosidad; y, a su vez tendremos una Comisión Interna, “promocional de ética y buen vivir”, formada por constituyentes, orientada a prevenir las infracciones y promover el respeto y una buena convivencia.

Ahora este proyecto se presentará al pleno de la Convención, y esperamos que el ejercicio deliberativo, de cara a la ciudadanía, nos permita perfeccionarlo. Es necesario “correr el cerco”, porque la ciudadanía confía en nosotros y debemos demostrar que nuestro trato puede evolucionar, que las diferencias pueden convivir en un ambiente ejemplar de respeto, diálogo, diversidad, transparencia y trabajo; que nos podemos hacer cargo de las fracturas sociales y  construir, colaborativamente, las bases de un Chile plural, democrático y digno.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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