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La copia feliz del edén Opinión

La copia feliz del edén

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Marco Antonio Vásquez
Por : Marco Antonio Vásquez Contador Público y Auditor de la Universidad de la Frontera es además Ingeniero Comercial, licenciado en Ciencias de la Administración de la Universidad Autónoma de Chile
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Septiembre, Mes de la Patria, de la chicha y las empanadas. Fecha en la cual la cueca es la invitada de honor en las actividades escolares, sociales y del Gobierno. El himno nacional es entonado con mayor fuerza gracias a los brotes de rayos de sol que nos anuncian la llegada de la primavera. Entre los volantines, trompos, polcas y emboques la letra de nuestro himno patrio, repetido en muchos actos, me deja una interrogante: ¿somos realmente la copia feliz del edén?

El himno nacional, también conocido como canción nacional de Chile, fue compuesto por el maestro español Ramón Carnicer y escrito por el poeta chileno Eusebio Lillo. Fue adoptado en 17 de diciembre de 1847 como nuestro primer himno patrio.

Su letra, una alabanza o exaltación de Chile, nos comenta de las maravillas de nuestro territorio y del futuro esplendor que tendremos las hijas y los hijos de esta tierra. Es tanta la exaltación de nuestro territorio, que cantamos que somos la copia feliz del edén.

El edén, de acuerdo al relato bíblico del libro de Génesis, se identifica como el lugar donde el Creador puso al hombre después de haberle dado vida. El origen sumerio de la palabra hebrea edén, nos indica que nos enfrentamos a un lugar plano más allá de las tierras cultivadas. Diferentes autores e investigadores han dado el significado de paraíso al vocablo edén. El paraíso es descrito como un parque en que los árboles y plantas de todas las especies embellecían el paisaje y proveían el alimento en amplia variedad.

¿Chile es realmente la copia feliz del edén? ¿Te has cuestionado esto? ¿O solamente, cuando te corresponde entonas, desde el corazón, nuestra canción nacional?

La Unicef, en su informe del año 2020 para Chile, indica que del total de la población un 24.2% (4.259.155) son niños, niñas y adolescentes de entre 0 y 17 años. Un 43,5% de los hogares del país tiene niños, niñas y adolescentes. En el sistema escolar nacional encontramos a 3.298.185 niños(as) y adolescentes. De estos, un 47,7% (estudiantes de 4° básico) logra aprendizajes esperados de la prueba SIMCE de lectura, 24,6% logran aprendizajes esperados en prueba SIMCE de matemática.

Agrega el informe que un 21,2% de los estudiantes de 2° medio logra aprendizajes esperados en prueba SIMCE de lectura y un 22,6% lo logra en prueba SIMCE de matemática. Sume a lo anterior que un 13.9% de los niños, niñas y adolescentes vive en situación de pobreza por ingresos (577.000) y un 22,9% de ellos vive en situación de pobreza multidimensional (907.711).

Una sociedad que busca el conocimiento, avanza, madura y se desarrolla en forma equitativa. Es la educación el vehículo de movilidad social de mayor impacto. De otra forma sigue cegada, sin la posibilidad de ver la luz.

Te invito a construir juntos la copia feliz del edén. El trabajo será arduo, tenemos pocas herramientas, pero lo principal es que no estamos solos(as), hay muchos(as) que piensan como nosotros.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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