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La urgencia de repensar el sistema de acceso a la Educación Superior

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Por: Daniel Aránguiz Salinas


Señor Director: 

Hace unos días se publicaron los resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES). Hecho que indudablemente no deja indiferente a nadie, pues mientras algunos celebran y sacan cuentas alegres, otros tantos y- por qué no decirlo- la mayoría, vive ansiedad, incertidumbre e incluso desesperanza, pues el sueño de la formación profesional sigue restringido a un puntaje.

Los resultados de la PAES hablan por sí solos y nuevamente nos muestran el nivel de desigualdad que posee el sistema educativo chileno. Mientras los colegios de dependencia privada se llevan los primeros lugares en los ranking, los colegios de dependencia municipal y subvencionados son el vagón de cola de una prueba que sigue siendo insuficiente para potenciar los talentos ocultos de miles de estudiantes.

La dependencia del establecimiento educacional, características sociales y económicas que tienen los estudiantes que acceden a la Educación Superior, siguen siendo determinantes para acceder a las plazas disponibles de ciertas universidades y carreras, ¿cuál es el cambio entonces con la prueba PAES? Urge una respuesta.

Mucho se ha hablado que el año 2023 es el año de hacer frente a la crisis educativa que vive nuestro país. Es un acuerdo transversal de distintas organizaciones e incluso desde el MINEDUC.Bajo esta idea, se vuelve imperante hacer frente a la brecha educativa que sigue latente a lo largo de las trayectorias escolares de miles de estudiantes que esperan optar por un cupo en la Educación Superior y en la carrera que quieren.

Si es año 2023 es el año de la educación, que sea el año que un puntaje no determine la formación profesional que tantos estudiantes secundarios sueñan.

Daniel Aránguiz Salinas
Docente y Jefe de la Oficina de Egresados UMCE

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