Opinión
En la frontera del Ministerio de Economía hay otras instituciones que requieren un examen detallado de sus funciones. En 1992 se inauguró el Servicio de Cooperación Técnica (SERCOTEC), cuya tarea básica era promover a las pequeñas empresas y sus empleadores, en especial a través del capital semilla. Sin embargo, no ha cumplido su tarea en forma destacada y en el Sector Público han surgido varias alternativas, como la filial de Microempresas del BancoEstado, FOGAPE, FONASA, FONDEF y otros, aparte de la preocupación del Gobierno actual. Se requiere un rediseño para impulsar el desarrollo de las pequeñas empresas.
El Ministerio de Economía perdió su predominio en el sector económico desde la Dictadura, lo que también ocurrió con la CORFO, ambos no han logrado encontrar un lugar importante en el Estado chileno ni en la sociedad. El Ministerio ya no fija la estructura de precios ni regula los mercados como lo hacía hasta 1973. La CORFO perdió el poder que le entregaban las grandes empresas estatales, desde entonces privatizadas o autónomas, no bajo su control.
El ministerio, de ser “de Fomento y Reconstrucción”, quiso adoptar otras tareas y se llamó también de Energía, Telecomunicaciones o Turismo, dependiendo del gobierno de turno; incluso perdió su prioridad en el Fomento Productivo, porque esa tarea redujo su importancia o la adaptó en gran parte la CORFO, otra entidad con pocas definiciones claras y estables.
Ambas entidades necesitan una remodelación completa, para determinar sus decisiones de corto y largo plazo, ya que no deberían fusionarse, ya que como Ministerio debería corresponderle la definición de las políticas económicas de Fomento Productivo, así como el control de su cumplimiento; la relación con otros ministerios cercanos y el contacto con otros poderes públicos como el Parlamento, el Poder Judicial y el propio Presidente de la República; también con entes autónomos como la Contraloría General, el Banco Central o el Tribunal Constitucional.
Por su parte, a la CORFO, como ente dependiente del Ministerio de Economía, debería tener una función básicamente ejecutora de los programas, no le correspondería la definición de las políticas de Fomento Productivo. En ese sentido su Gobierno Corporativo debería tener un cambio significativo, pues en la actualidad tiene la función de definir varias políticas, aunque en la práctica carece de mucho poder, el cual está concentrado en el Vicepresidente Ejecutivo.
Este rediseño tiene por objeto separa funciones entre el Ministerio y la CORFO, hoy superpuestas en muchas actividades, actualmente confusas, hasta el extremo que en la Ley de Presupuestos de 2022 más del 50% de los fondos del primero fueron asignados a la CORFO.
En la frontera del Ministerio de Economía hay otras instituciones que requieren un examen detallado de sus funciones. En 1965 se inauguró el Servicio de Cooperación Técnica (SERCOTEC), cuya tarea básica era promover a las pequeñas empresas y sus empleadores, en especial a través del capital semilla. Sin embargo, no ha cumplido su tarea en forma destacada y en el Sector Público han surgido varias alternativas, como la filial de Microempresas del BancoEstado, FOGAPE, FONASA, FONDEF y otros, aparte de la preocupación del Gobierno actual. Se requiere un rediseño para impulsar el desarrollo de las pequeñas empresas.
Otra entidad relativamente reciente es el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) que ha tenido avances importantes, pero requiere un impulso adicional en términos de mejorar la información al consumidor y tener mayores facultades sancionadoras. A pesar que el mercado tiene dos caras: compradores y vendedores, los primeros están en desventaja.
En la actualidad el Vicepresidente Ejecutivo es José Miguel Benavente, quien tiene los atributos para la realización de los cambios, por su capacidad personal y su conocimiento de la institución.
Se enfrenta con serias críticas a la labor realizada por CORFO en los últimos años:
1* Indefinición de su rol central, un campo de acción impreciso.
2* A pesar de declarar que su objetivo es apoyar a las PYMES, termina cercana a las grandes empresas.
3* Realiza muchos programas tradicionales sin asumir las nuevas tareas del mundo actual, como innovación, cambio tecnológico, CyT, medio ambiente, formación de especialistas de alta calificación y relación discontinua con el empresariado.
4* Presupuesto desequilibrado, personal inestable, relación cambiante con los gremios.
5* Escasa coordinación con entidades vecinas como son Agricultura, Minería, Obras Públicas, Telecomunicaciones y Pesca, con las cuales puede compartir esfuerzos en fomento productivo y apoyo financiero.
6* Abandono de proyectos ante de ser evaluados, como el caso de las cadenas productivas (“clusters”) y las sociedades de garantías recíprocas, ocurridos en los gobiernos de Piñera.
7* Dispersión en demasiadas actividades. Un ejemplo ilustrativo está en la Cuenta Pública 2021, realizada por el Vicepresidente Ejecutivo en marzo de 2022. En la primera parte hace una síntesis del programa del Presidente Boric sobre el tema de su “Nuevo Modelo de Desarrollo”. En la segunda, se detallan los numerosos programas que está realizando la institución, especialmente en regiones, cuya variedad y tamaño llaman la atención, a pesar de ser definidos como “estratégicos”. Parece ser la respuesta a diferentes “padrinos” que los solicitaron, como políticos y autoridades regionales, o bien funcionarios de CORFO deseosos de obtener un cargo “presentable” ante los demás.
Otra insuficiencia que ocurre es que parte importante de las excesivamente numerosas iniciativas que se ejecutan no han sido evaluadas por entidades externas, en circunstancias que algunas no tendrían un resultado satisfactorio y su supresión o menor tamaño permitirían al Estado destinar recursos financieros para otros usos urgentes y la disponibilidad de personal adicional.
