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Renuncia silenciosa Opinión

Renuncia silenciosa

Christian Bordón
Por : Christian Bordón Director de PeerCoach y profesor de la Universidad Finis Terrae y Católica de Valparaíso.
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¿Tus colaboradores están desconectados o desmotivados? Percibes que su esfuerzo se limita solo a cumplir y no así a sobresalir.

Estamos enfrentados a un nuevo desafío organizacional y tiene relación con las nuevas generaciones y el estrés acumulado durante los últimos años. Mundialmente es conocido como quiet quitting o renuncia silenciosa que explica cómo las nuevas generaciones cuidan su trabajo rindiendo lo justo y necesario.

Estos nuevos trabajadores no están dispuestos a sobreexigirse, dar más de lo que el contrato estipula, saben a la perfección las condiciones de él y lo cumplen al pie de la letra. A su favor, tienen la fortaleza de que son altamente eficientes y efectivos y aprendieron a trabajar las horas estipuladas y por objetivos.

Este nuevo tipo de colaboradores trabaja para cumplir con lo que se les pide y nada más, así aseguran el salario acordado para hacer su vida antes y después de la jornada laboral. Para ellos, tener una vida equilibrada es primordial para que les permita explorar su vida personal y mejorar la calidad de vida, que es lo más importante. 

¿Qué nos llevó a esto?

Durante mucho tiempo las creencias organizacionales colectivas estaban centradas en: esforzarnos siempre más, tener un desempeño superior el 100%, trabajar más de las horas estipuladas y al mismo tiempo empatizar y aceptar que no había posibilidad de reconocimiento económico por el momento que vivíamos. Esto llevó a un deterioro de la calidad de vida de las personas, aumento de estrés laboral y sobre todo desvalorización del trabajo. En otras palabras, impulso a las nuevas generaciones de trabajadores a replantearse sus prioridades y al mismo tiempo el rol del trabajo. 

¿Cómo equilibrar?

  1. Transformar el lugar de trabajo en un espacio de crecimiento colaborativo y con impacto positivo en el colaborador. Ya no puede ser un lugar donde solo voy a hacer lo que me piden, debemos convertirlo en un ecosistema de crecimiento o consecución de metas personales.
  2. Replantear los beneficios organizacionales: El nuevo colaborador busca estudiar fuera de su país, experimentar y aprender cosas nuevas, vacaciones de tres a cuatro semanas, hacer pasantías, etc. Debemos abrirnos a entender y utilizar a lo que hoy le dan valor.
  3. Evolucionar el liderazgo transformacional hacia un liderazgo más horizontal, donde la lealtad y confianza mutua sean el único contrato que necesitas para saber que ambos darán lo mejor de sí. 
  4. Fortalecer el trabajo por objetivos semanales y mensuales, sin horario ni argumentos controladores. Si lo contrataste es porque confías en él.
  5. Aprovecha y utiliza las fortalezas y singularidades de cada colaborador. Si un colaborador es más efectivo con teletrabajo, no lo vas a hacer volver al trabajo presencial, ¿cierto? Y por otra parte, si alguien desea ir al lugar de trabajo, es importante que sepa que lo tiene y lo puede hacer.  

Entendamos que las antiguas creencias organizacionales nos llevaron a donde estamos.

”Para todos debe ser igual”, “necesito más compromiso de tu parte” y “todos vuelven a la presencialidad”, el pensamiento que desencadenó la renuncia silenciosa.

Mucho éxito

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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