Señor Director:
En mi opinión, los chilenos además de expresarnos mal parece que también
escuchamos mal. El Papa al llamar a un diálogo «franco y abierto» y precisando
«sobre el mar» no deja duda alguna que se refiere a la soberanía y no a: puertos, aduanas, ferrocarriles, aranceles.
Al respecto, nuestro canciller manifiesta que Chile está dispuesto a dialogar sobre cualquier cosa, menos sobre la soberanía porque el tema está en el tribunal de La Haya.
¿Acaso le reconocemos jurisdicción a este tribunal internacional para pronunciarse sobre este tema resuelto en un tratado vigente?