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Hablemos de representatividad

Por: Felipe Morales, Tomás Cifuentes y Diego Díaz


Señor Director:

Vivimos días claves del proceso constituyente. Sin embargo, la ciudadanía ha sido testigo de cómo la clase política ha relativizado ciertos elementos fundamentales. El órgano que redacte la nueva Constitución tiene la obligación de representar en su diversidad al pueblo y a los pueblos de Chile, y hacerse cargo de todas las injusticias y desigualdades políticas, sociales, e históricas que grupos de la población han sufrido.

Cuando hablamos de paridad de género en el órgano constituyente, hablamos de que el 51% de la población chilena es mujer. Cuando hablamos de escaños reservados para pueblos indígenas, lo hacemos porque representan un 13% de los habitantes del territorio nacional. Cuando hablamos de fomentar la participación de ciudadanos comunes y corrientes, hablamos de que un 97% de la población no pertenece a un partido político, y es esa crisis de representatividad y legitimidad (basta mirar las calles) la que ya se hace insostenible.

No hay un verdadero ente representativo sin paridad de género, sin escaños reservados para pueblos indígenas y sin participación real de la ciudadanía. No hay asamblea constituyente si no existen reglas claras que pretendan generar un órgano que represente realmente al país y a su pueblo.

Felipe Morales, Tomás Cifuentes y Diego Díaz

Coordinadora de la U. de Chile por la Asamblea Constituyente

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