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La gobernanza del agua en Chile, cambios para una nueva Constitución

Por: Rodrigo Valdés-Pineda


Señor Director: 

al parecer en Chile ya se perdió el rumbo en relación con el manejo y la gobernanza del agua.  ¿Qué importan la megasequía, la escasez hídrica, el secamiento de nuestros lagos y de nuestros ríos y el agotamiento de los recursos de agua subterránea? … ¿Qué importa todo lo anterior si nuestro ministro de agricultura (o sus familiares) tiene(n) derechos de agua que superan en casi cinco veces el caudal promedio del Rio Mapocho? … ¿Qué importa todo lo anterior si aún tenemos la Patagonia y tenemos intenciones concretas de vender el agua prístina de nuestros Campos de Hielo con volúmenes de extracción que alcanzan aproximadamente el caudal promedio del Río Elqui?… ¿Qué importa todo lo anterior si actualmente exportamos alrededor de 2,7 millones de toneladas de frutas frescas por año a los diferentes mercados del mundo y eso nos mantiene en los “top-five” a nivel mundial?… ¿Qué importa todo lo anterior si las cinco regiones (también “top-five”) que aportan más del 80% del total de la fruta exportada (Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y Maule), son las mismas Regiones en las que la sequía y la escasez hídrica están produciendo impactos significativos? … ¿Qué importa si el agua contenida en dichas exportaciones podría abastecer durante un año completo a todos los habitantes de ciudades del tamaño de Illapel, Monte Patria, Pirque, etc?… ahora bien, está Chile realmente en condiciones de regalar, vender o exportar más agua de la que actualmente ya exportamos? … ¿estamos en condiciones de seguir lucrando con el agua para favorecer el crecimiento y el posicionamiento económico del país respecto al Mundo?

En mi modesta opinión, Chile necesita urgentemente establecer lineamientos específicos para mejorar la gobernanza del agua a nivel nacional, estos lineamientos deben considerar al menos, la ética política y social del manejo del agua, la formación de capital humano avanzado en materias hídricas, la centralización institucional del monitoreo, de la administración, de la fiscalización, de la predicción y de la planificación futura del agua; mayor inversión a la investigación básica y aplicada para mejorar el entendimiento acerca de cómo funcionan nuestros sistemas hidrológicos nacionales; establecimiento de lineamientos base y específicos para el manejo del agua en términos de conservación y/o preservación de los ecosistemas naturales; establecimiento de lineamientos base y específicos en términos de distribución y abastecimiento prioritario de agua para los centros poblacionales urbanos y/o rurales; y el establecimiento de lineamientos base y específicos en términos de manejo acotado, restringido, y planificado para los sistemas productivos de gran escala, entre otros.  Para finalizar, me gustaría agregar que todas aquellas ideas que beneficien el manejo sustentable del agua en Chile y que aseguren su disponibilidad futura para las nuevas generaciones, deberán ser evaluadas, discutidas y adoptadas no tan solo en lineamientos base y específicos, sino que en un nuevo código de aguas para Chile.

Rodrigo Valdés-Pineda
M.Sc., Ph.D. in Hydrology and Water Resources
Department of Hydrology and Atmospheric Sciences
University of Arizona

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