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Llegamos tarde

Por: Daniela Calderón y Gustavo Valenzuela


Señor Director: 

Alcaldes y alcaldesas entregaron una carta al Gobierno donde instan a tomar medidas por la inminente “crisis de seguridad”, aumento de la delincuencia y violencia en las calles. Una buena iniciativa, pero…  ¿Estaremos llegando tarde con acciones concretas que eviten la ocurrencia de estos hechos? Creemos que sí. Las políticas de prevención del delito aparecen una vez que la persona cometió el delito o manifestó una conducta transgresora. 

Es necesario entender que los programas de prevención son fundamentales para evitar futuros actos delictivos, como también lo es comprender el fenómeno de la delincuencia desde todas sus aristas para así tomar en cuenta aquellos factores que podrían ser prevenidos: Baja escolaridad, consumo de sustancias, dinámicas familiares, etc. 

Los beneficios son múltiples: resultan menos costosos que los procesos judiciales y las intervenciones de reinserción, en tanto reducen gastos en detenciones, audiencias y cárceles. Se reduce el costo asociado a las víctimas quienes sufren en términos de salud física y mental, económicos, productividad en el trabajo, entre otros. Finalmente, las familias de quienes cometen delitos pierden, muchas veces, su sostén económico y parte de sus redes. 

Creemos en la importancia de contar con programas preventivos que apunten al trabajo con grupos de riesgo, regeneren el tejido social y trabajen consolidando a la comunidad, antes que se infrinja la ley. Debemos aprovechar este nuevo ciclo político. Invitamos a las autoridades electas a poner urgencia a políticas públicas que apunten a solucionar el problema de raíz y no sólo cuando- para algunos- ya sea demasiado tarde. 

Daniela Calderón 

Gustavo Valenzuela

Soporte de Estudios Fundación Paternitas

 

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