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Construir y habitar la escuela

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Por: Guillermo Marini


Señor director:

Según el nuevo informe “Monitor Global de Educación” (Ipsos), un 53% de los adultos encuestados en Chile considera que nuestras escuelas no disponen de los recursos e instalaciones adecuadas para una buena educación. Específicamente, las aulas superpobladas y una infraestructura inapropiada se ubican como dos de las opciones más mencionadas como problemas de la educación. Este diagnóstico suscita dos líneas de acción urgentes: 

Es preciso integrar este tipo de encuesta con los resultados inminentes del Catastro Nacional de Infraestructura Educacional. Esto, con el fin de complementar las experiencias de padres y apoderados con las evaluaciones de quienes diseñan y construyen los espacios de las escuelas. En este sentido, la implementación de espacios educativos para el siglo XXI exige análisis mixtos, así como una sensibilidad intersubjetiva y territorial que considere las voces de niñas, niños y jóvenes. 

También es clave propiciar un lenguaje común entre arquitectos y docentes, compartiendo las exigencias de cada uno de estos saberes, con el fin de lograr prácticas pedagógicas que aprovechen el espacio educativo de un modo más interesante y eficiente. No siempre hay que construir, a veces bastará con renovar de un modo inteligente. En este horizonte, es necesario sostener la discusión en torno a los mínimos de la infraestructura escolar, enfatizando su relación con los requerimientos sensoriales y cognitivos de todos los estudiantes y docentes.

Guillermo Marini, académico de la Facultad de Educación UC. 

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