Señor Director:
Según datos de Transfermarkt, 8 de los 15 jugadores que tocaron el césped contra Paraguay son representados por la agencia Vibra Fútbol, del conocido señor Fernando Felicevich. De ellos, 6 fueron titulares y 2 ingresaron desde la banca. Todos terminaron jugando juntos. Al pitido final, 8 de los 11 jugadores eran representados por Felicevich.
Esta situación nos plantea una serie de dudas: ¿influye indebidamente el representante en la convocatoria final del entrenador? ¿Influye en los cambios? Son preguntas a las cuales difícilmente tendremos respuestas claras algún día, pero podemos y debemos enfocarnos en debatir la siguiente: ¿qué tan sano es para el fútbol nacional tal concentración de poder?
Hablamos de que de 11 jugadores que terminan un partido decisivo para nuestros intereses como Federación, tienen sus intereses llevados a cabo por una persona a la cual no le faltan escándalos y especulaciones dentro del mundo deportivo. Claramente una concentración así genera un poder desmedido en una persona que, con tal fuerza, puede, eventualmente, colocar sus beneficios sobre los de la Federación.
No es un problema de Estado, claro está, pero la Federación debería echarle un vistazo al tema y proponer algún tipo de medida.
La derrota de la selección chilena ante Paraguay nos ha dejado una serie de interrogantes que deben ser respondidas. La concentración de poder en una sola persona es un peligro para el fútbol nacional y la Federación debe tomar cartas en el asunto.
Cordialmente,
Daniel Castro Espinoza,
Egresado de Derecho.