Señor director:
Las enfermedades orales (caries dental, enfermedad periodontal) son enfermedades crónicas no transmisibles cuya prevalencia, severidad y extensión son de las más altas, tanto en Chile como a nivel mundial, cuyo resultado más trágico es la ausencia total de dientes. El 18% de los/as chileno/as entre 65 y 74 año es desdentado total, cifra que aumenta a un 41% de las personas mayores de ³75 años. Por los altos indicadores epidemiológicos, el impacto en la disminución en la calidad de vida y el costo económico que provocan para el país y para la población transforman a las enfermedades orales en un problema de salud pública.
Una estrategia, mal entendida en Chile, fue crear sin ninguna regulación escuelas y facultades de odontología para formar Cirujanos-Dentistas para resolver el mencionado problema de salud pública. En Chile, existen en la actualidad 28 carreras de Odontología, titulando en el año 2022 un total de 2.186 nuevos Cirujano(a)-Dentista (SIES, 2023). Esta desregulación hace que las cifras de profesionales formados sean los que señala la OMS debería tener una población de un país del primer mundo. Lamentablemente estos profesionales no se encuentran desempeñando la labor para la cual fueron formados (quienes tienen muchas dificultades para encontrar un campo laboral y se encuentran realizando otras actividades no relacionadas con su formación profesional) sin contribuir por lo tanto a la solución del problema de salud pública que generan las patologías orales. Existen incluso instituciones de educación superior, que año tras año siguen aumentando los ingresos de estudiantes en el pregrado.
En las listas de espera por atención de salud por especialidades odontológicas, le mediana en espera es de 247 días, con un rango que va desde 523 días en la especialidad de ortodoncia a 154 días en endodoncia (Visor Ciudadano-MINSAL). Por tanto, el mercado también ha visto la oportunidad de formar especialistas para resolver la lista de espera que tenemos en el nivel secundario. Es claro entender que la formación de especialistas, de muy alto económicos para los profesionales y sus familias, tampoco se orienta como una estrategia de salud pública.
Esta situación de ingresos no regulados, con puntajes muchas veces muy por debajo de lo requerido, trae como consecuencia también, la gran demanda por campos clínicos para las prácticas profesionales de los estudiantes. Esto se han transformado en una especie de “mercado”, en donde la oferta y demanda, generalmente favoreces a las instituciones privadas, por tener mayores recursos, recursos que también son aportados por el estado.
Es absolutamente necesario qué desde el Ministerio de Salud, de Educación y de las instituciones de educación superir universitarias, de una vez por todos nos pongamos al servicio de las necesidades de la población y fomentemos la formación de los profesionales y especialistas que Chile requiere, según el problema de salud pública del país, dejando de lado la mezquina mirada de cuanta ganancia de aquello les queda a las instituciones de educación superior.
Gastón Zamora Alvarez
Decano Facultad de Odontología
Universidad de Valparaíso
Ramón Fuentes Fernández
ExDecano Facultad de Odontología
Universidad de la Frontera
Víctor Aravena Verdejo
ExDecano Facultad de Medicina y Odontología
Universidad de Antofagasta
Jorge Gamonal Aravena
ExDecano Facultad de Odontología
Universidad de Chile