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Los peces no desaparecen, cambian de manos

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Por: Hernán Cortés


Señor director:

La aprobación de la nueva ley de fraccionamiento pesquero ha generado incomodidad en algunas empresas. Se alarman porque ya no recibirán gratuitamente los peces que pertenecen a todos los chilenos. Pero los recursos seguirán llegando a las plantas provistos por la pesca artesanal.

La defensa a Camanchaca, plantea argumentos que, salvo la sistematización en un lenguaje de derecho nacional, contiene imprecisiones convenientes para que, al fundir los conceptos fraccionamiento y licencias, se generen dudas que sirven para titulares de diario y asustar parlamentarios pero que un tribunal no consideraría.

El nuevo sistema no impide que Blumar ni ninguna otra empresa compre pescado. Lo que termina es el subsidio disfrazado que representaba la asignación directa de cuotas. Si una compañía no puede pagar precio de mercado por su materia prima, tal vez el problema no está en la nueva ley de fraccionamiento, sino en su modelo de negocios que incluía una pasada de millones de dólares por el regalo regulatorio que obtuvieron con la actual ley de pesca.

Hernán Cortés
Presidente de CONDEPP
Vocero de la Alianza Nacional por la Defensa de la Pesca Artesanal

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