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Viaje al pasado

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Por: Gustavo Donoso 


Señor director: 

Joaquín Barañao, en una columna de opinión aparecida en El Mostrador el sábado 12 de julio y titulada “Jara nos invita a viajar al pasado en su DeLorean” expone, adecuadamente a mi entender, los logros del modelo económico neoliberal que ha imperado en Chile desde hace cuatro décadas. Y, con ello, asume, desde mi perspectiva, que las condiciones que permitieron tal despliegue se mantendrán en el futuro.

Independiente que el modelo neoliberal ha caído en una fase irreversible de desgaste, con un sistema financiero que lo autofagocita y, por lo mismo, un declive industrial acelerado en las naciones que lo implementaron tempranamente, donde Chile no es la excepción como él mismo señala. Es importante hacer notar que dichos logros también son parte del pasado. Un pasado reciente, pero pasado, y corresponde al uso que se hizo de lo que probablemente es la última bolsa energética fósil. Sí, que no se entusiasme mucho don Joaquín ya que, muy probablemente, la bonanza del modelo neoliberal nunca mas podrá ser recuperada puesto que el motor de la economía global, a la que alude, es energético. Y como tal, ese motor ha usado, desde mediados del siglo XX, una bolsa, un estanque, un repositorio de miles de millones de joules que estaba ahí, para nosotros, desde, también, millones de años.
Lamentablemente, como todo mineral, la disponibilidad no es infinita y en el año 2005 se extrajo el máximo de petróleo convencional, el único útil para refinar diesel, y en el año 2018 se alcanzó, probablemente, el máximo de producción de todos los líquidos del petróleo. ¿Qué significa esto? Como bien dice Mauricio Lima, PhD, Profesor del Departamento de Ecología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, autor del libro “Austeridad o barbarie” (2025): se está pasando desde un stock de energía, un estanque lleno, siempre disponible, en el cual al abrir las llaves sale el volumen de energía que uno desea, a un flujo de energía que no necesariamente responderá a nuestras necesidades.
Es decir, a la larga, como bien dice Don Mauricio, “es volver a vivir como hace 200 o 300 años” dependiendo de un flujo energético y no de un stock.
Independiente de la tecnología que permita aprovechar ese flujo energético y del mito que el DeLorean del futuro funcionará con basura, que es altamente improbable, el cuestionamiento que se hace al modelo neoliberal y a la economía sustentada en combustibles fósiles es válido y no necesariamente significa una vuelta al pasado.
Para evitar volver a ese pasado oscuro que describe don Joaquín y que, desde mi perspectiva, permitía a nosotros, niños de esa época, vivir aventuras al estilo “Strager Things”, que nunca nos resultaron tan oscuras, es absolutamente necesario enfrentar la realidad de la transición que actualmente estamos viviendo, desde la disponibilidad de un stock energético que, gracias a un poco de ingenio y suerte, puede asegurar crecimiento; a un flujo energético constante que, probablemente, nos impida el crecimiento y nos retrotraiga a un pasado de hace 200 o 300 años, sin la posibilidad de volver a este presente actual montados en el mítico DeLorean.
Para ello es necesaria y fundamental una discusión seria e informada sobre las alternativas de los modelos de desarrollo que podríamos desplegar en esos “dias del futuro pasado”, cosa que me imagino se inaugura con el libro al cual hace referencia don Joaquín.
Atte.
Gustavo Donoso
Ingeniero
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