No podemos seguir mirando hacia el lado: el drama de los abandonados
Señor Director:
En la región del Biobío, basta con caminar por cualquier calle o plaza para encontrarse con una realidad que duele, y que sin embargo hemos naturalizado: perros y gatos abandonados, heridos, desnutridos, friolentos o enfermos. Esta no es solo una problemática ambiental, es un reflejo de nuestra falta de empatía, planificación y voluntad política nacional, regional y municipal. El abandono de animales es un acto de crueldad, pero también una falla sistémica de nuestra sociedad. La ley de Tenencia Responsable existe, pero ¿se aplica de forma efectiva? ¿Dónde están los controles, la fiscalización, la educación ciudadana?
En el país más desarrollado de Latinoamérica, como nos gusta llamarnos, no podemos seguir mirando hacia el lado. Es urgente que el aparataje público implemente políticas serias, con recursos reales, campañas de esterilización masiva, hogares temporales y, sobre todo, educación desde la infancia; no podemos seguir dejando todo en las manos de ONGs o pequeñas agrupaciones que sobreviven de campañas de redes sociales. Porque mientras sigamos abandonando a los animales en la calle, también estamos abandonando nuestra humanidad y progreso.
Martina Venegas Miranda
Estudiante de Periodismo, Universidad de Concepción