Fuga de sicario: una fragilidad institucional sistémica
Señor director:
La reciente fuga del sicario de 18 años acusado del homicidio de un empresario del Barrio Meiggs revela, con crudeza, el nivel de penetración y peligrosidad que ha alcanzado el crimen organizado en nuestro país. No solo preocupa que un sicario, con dos detenciones previas, haya ingresado ilegalmente a Chile y burlado los controles utilizando una identidad falsa. Lo más alarmante es que, al momento de ser detenido por homicidio, no fue posible cotejar sus huellas dactilares porque nunca fueron tomadas en sus causas anteriores como menor de edad.
Este caso expone una fragilidad institucional sistémica: ya sea por error, amenaza o corrupción, cualquiera de las hipótesis que permitieron su fuga resulta gravísima. El sicariato ya no es exclusivo de vendettas entre bandas. Se ha masificado y profesionalizado, con estructuras que operan en diversos niveles de la sociedad.
Hoy urge una política integral contra el crimen organizado, que incluya, por ejemplo, jueces especializados, con protección reforzada y atribuciones claras para autorizar diligencias intrusivas. No podemos permitir que esta amenaza continúe avanzando ni normalizar la violencia como parte del paisaje criminal.
Sabas Chahuán
Exfiscal Nacional
Socio área penal de GrupoDefensa.cl