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¿Coherencia científica? Crítica a filtros excluyentes en ofertas laborales académicas

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Por: David Morales Alfaro


Señor Director:

Recientemente, el Observatorio de Desigualdades (OBDE) de la Universidad Diego Portales publicó una oferta laboral para el cargo de asistente de investigación en el área de desigualdades sociales, en la cual se establece como antecedente de postulación la presentación de notas de pre o postgrado. Llama profundamente la atención que una unidad académica dedicada particularmente al estudio crítico de las desigualdades estructurales opte por utilizar como criterio excluyente un indicador ampliamente documentado como sesgado en función del origen socioeconómico de las personas.

Diversos estudios científicos han demostrado que las calificaciones académicas están fuertemente asociadas a factores contextuales como el nivel de ingreso, el capital cultural y las condiciones materiales del entorno familiar, más que al mérito en sentido estricto.
Esto no implica que las calificaciones no tengan valor, sino que su uso como filtro de acceso laboral perpetúa el mismo tipo de exclusión que este equipo busca problematizar. Más aún, existe amplia evidencia de que las notas académicas poseen una validez predictiva limitada respecto al desempeño laboral, especialmente en tareas analíticas o de colaboración investigativa, donde aspectos como la experiencia, el pensamiento crítico, la perseverancia y la sensibilidad frente a los contextos sociales juegan un rol fundamental.

Asimismo, los resultados de la última Encuesta Nacional de Empleo muestran que la desocupación de personas con educación universitaria (o más) representa el 25,0% de la población desocupada, corroborando que incluso contar con un título académico ya no garantiza conseguir empleo. Esta realidad refuerza la crítica a supuestos filtros “meritocráticos” como un rendimiento académico determinado, pues tienden a excluir injustamente a personas ya vulneradas por el adverso contexto laboral.
Resulta preocupante que se recurra a este tipo de criterios de exclusión laboral en espacios que debieran promover la equidad y la inclusión en el ámbito académico. Una institución educativa comprometida con la justicia social no debería seguir reproduciendo lógicas meritocráticas simplificadas que ignoran las condiciones desiguales en que se produce el mérito.

Las instituciones de educación superior chilenas deberían revisar sus criterios de selección de personal, especialmente en áreas sensibles como la investigación en desigualdades, y avanzar hacia mecanismos de evaluación integrales, inclusivos y coherentes con los principios que dicen defender.
Atentamente,

David Morales Alfaro
Sociólogo (UV), MSc Social Research Methods (LSE)
ERGO – Investigación Social

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