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«Filetitos» educacionales de Varela: sin hueso, sin piel y con sabor a nada Opinión

«Filetitos» educacionales de Varela: sin hueso, sin piel y con sabor a nada

Jaime Retamal
Por : Jaime Retamal Facultad de Humanidades de la Usach
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La cosa es que así vamos con este Gobierno en materia educacional. Sin gusto y sin sabor. Pero saliendo del paso. Filetitos Varela. No tiene peso intelectual, no posee una columna vertebral sólida en materia de ideas y tiene acumulada una antipatía generalizada en la opinión pública por sus “salidas zorronas” estilo Sanhattan. La última de todas, la supina genialidad de los bingos.


¿Gusto a qué tienen esos filetitos que se compran para salir del paso? Gusto a nada. Sirven, es cierto. Se sale del paso. Pero hay que recontra llenarlos de aliños, condimentos, curry, pimentón, orégano, harta sal –qué se yo– para que al fin gusten, porque en el fondo son filetitos sin hueso, sin piel, libres de sodio, libres de gluten y sin hormonas. No sé. Me imagino que hasta la comida de la NASA en el espacio es mejor o las empanadas cuicas de Lo Saldes o los sándwiches del Starbucks o los lomitos del Persa Biobío. No cuesta mucho encontrar entre la mitología culinaria chilena cualquier cosa mejor que esos filetitos sin nada, pero que –ese es el punto– igual sirven… hay que ser realistas: se venden muy bien cada fin de semana en los supermercados.  

La cosa es que así vamos con este Gobierno en materia educacional. Sin gusto y sin sabor. Pero saliendo del paso. Filetitos Varela. No tiene peso intelectual, no posee una columna vertebral sólida en materia de ideas y tiene acumulada una antipatía generalizada en la opinión pública por sus “salidas zorronas” estilo Sanhattan. La última de todas, la supina genialidad de los bingos.

[cita tipo=»destaque»]La cuestión es grave si se la mira bien. Podríamos pasar a hablar, rápidamente, de los “filetitos Varela” a los “filetitos Piñera”, y de todo su Gobierno en verdad. La levedad del ser Gobierno. Esta es una Moneda más para las cámaras, más de salir a “paquear” de noche (… el Presidente arriba de una cuca 2.0 es para la risa) en directo por Facebook, que de un Gobierno con una propuesta seria, bien pensada, planificada, y destinada a ser estructural en la materia de lo que sea: salud, vivienda, seguridad y, qué decir, educación. [/cita]

Piñera debiera preocuparse más en serio de su ministro de Educación y de la profunda levedad del ser que representa. Su liviandad contrasta con los pesos pesados que ya tuvo de ministros de dicha cartera, incluyendo al genio de Lavín.

La cuestión es grave si se la mira bien. Podríamos pasar a hablar, rápidamente, de los “filetitos Varela” a los “filetitos Piñera”, y de todo su Gobierno en verdad. La levedad del ser Gobierno. Esta es una Moneda más para las cámaras, más de salir a “paquear” de noche (… el Presidente arriba de una cuca 2.0 es para la risa) en directo por Facebook, que de un Gobierno con una propuesta seria, bien pensada, planificada, y destinada a ser estructural en la materia de lo que sea: salud, vivienda, seguridad y, qué decir, educación. 

Piñera debiese poner más atención. Ya se tituló por estos días que el Presidente y su gabinete se desploman en los sondeos de opinión. Las encuestas –cuestión sabida– son tremendamente importantes para nuestro Mandatario. Tiene una obsesión con ellas. Casi –se ha dicho– gobierna para ellas. Le interesa ese timing. Debe pensar que es su mejor termómetro para sentir si lo está haciendo bien o mal. Para compararse con Bachelet y sentir que gana algo en las páginas de la Historia.

Sin embargo, cuando decimos que este Gobierno se parece muchísimo a esos “filetitos” de fin de semana para salir del paso, decimos que son un Gobierno y un Presidente asentados en lo que Castoriadis llamaba la “insignificancia”.

La insignificancia de Varela es la mejor manera para hablar de la insignificancia de este nuevo Gobierno de Sebastián Piñera.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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