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Jadue, la única chance de la derecha Opinión

Jadue, la única chance de la derecha

Luis Machuca
Por : Luis Machuca Ingeniero Comercial (U. de Concepción), Magister en Planificación y Gestión Educacional (UDP), docente universitario y consultor.
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Cuando Joaquín Lavín insiste, reiteradamente, que su nombre estará en la papeleta de segunda vuelta presidencial, junto al de Daniel Jadue, está identificando correctamente el escenario que más le conviene, porque de llegar a darse será seguramente el ganador. En realidad, cualquier escenario en que el voto de segunda vuelta lleve impreso el nombre del candidato comunista, asegura el triunfo del contrincante, sea este Lavín, Sichel, Desbordes, Briones o Provoste.

En la génesis de la conclusión anterior está, de partida, el profundo anticomunismo que se encuentra presente en una parte muy importante de la sociedad chilena. Este sentimiento, originado a principios del siglo XX, promovido por sectores de la oligarquía y de la iglesia católica y alimentado además por la ignorancia de amplias capas de la población, llegó a su punto culmine con motivo de la elección presidencial de 1964, en que resultó ganador Eduardo Frei Montalva. En esta elección se usó por primera vez en Chile,  y a destajo, una “campaña del terror” con imágenes en El Mercurio y otros periódicos, de tanques rusos entrando a la Moneda y sacerdotes enfrentando el paredón. Bueno, tanques efectivamente entraron a La Moneda, no precisamente rusos y tan solo 9 años después. En ésa campaña del terror la Democracia Cristiana tuvo un rol activo. No está de más recordarlo en estos días en que este partido, muy venido a menos en los últimos años, se está pasando un poco de rosca, animado por el triunfo del Sr. Orrego y la subida en las encuestas de la Sra. Provoste.

Así, dado este anticomunismo, casi atávico, presente aun en parte importante de la sociedad chilena, el Partido  Comunista ha hecho muy bien en apoyar siempre a los gobiernos de izquierda desde una posición más bien secundaria. Y ha prestado siempre un apoyo muy leal. De hecho, durante el corto período de la Unidad Popular, fue el partido que más colaboró con el Presidente Allende. Mucho más que su propio partido, el socialista.

Por ello, resulta altamente riesgoso para el Partido Comunista llevar adelante y hasta el fin, una candidatura presidencial. Más aun si se continúa perfilando fuertemente una candidatura de centro izquierda, seguramente con Yasna Provoste. Lo acontecido en la reciente segunda vuelta de la elección para gobernadores, concretamente en la RM, permite avizorar lo que ocurrirá si el candidato Jadue enfrenta en segunda vuelta a cualquiera de las opciones ya señaladas, Provoste incluida. No está de mas señalar que tampoco la personalidad del candidato comunista contribuye mucho.

Es cierto que para la izquierda una futura presidencia de tinte Convención Constituyente (DC, PS, PPD) es una vuelta a los 90 y un gobierno de derecha es una vuelta a los 80. Y es cierto también que el ejercicio de realismo puro y duro suele ser doloroso. Pero, así como están  las cosas, quizás lo mejor sea ir confluyendo a una sola candidatura de fuerzas progresistas, que obviamente no podrá ir de inmediato por todos los objetivos y metas largamente postergados, pero que podría incluso evitar una segunda vuelta presidencial.

En este ejercicio de real politik,  hay que tener presente además que hay una segunda opción de avanzar más rápidamente en la materialización de esas aspiraciones postergadas y es la Asamblea Constituyente. Por de pronto, quizás hay que concentrarse en articular esa candidatura única y conformar una fuerte cartilla parlamentaria.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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