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Programa, expectativas y equipo económico Opinión

Programa, expectativas y equipo económico

Carlos J García
Por : Carlos J García Académico Facultad de Economía y Negocios U. Alberto Hurtado
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Sin ser un partidario del nuevo presidente electo, me gustaría empezar esta columna desmitificando su programa económico en temas sensibles después de este acalorado balotaje. 

En pensiones, se propone un sistema que reemplaza a las AFP en parte, primero un pilar no contributivo que asegura una pensión básica de 250 mil pesos y otro contributivo con los ahorros de los pensionados, que en esencia tiene la misma lógica de las AFP. En la transición, todos aquellos que quieren seguir en su AFP pueden hacerlo. 

En salud, se propone algo similar, un sistema universal que asegure mejores condiciones de salud, y aquellos que gusten de las clínicas privadas estarán los seguros complementarios voluntarios, que nuevamente siguen en esencia la lógica de las Isapres.

Existen otros aspectos importantes como incentivos al trabajo femenino, impulso a la educación pública, condonación de la deuda estudiantiles, la recuperación de la economía post pandemia centradas en las Mypimes, etc. 

Los fondos, estos provendrían de una reforma tributaria para los más ricos, es decir serían afectado el 1,5% de los contribuyentes. 

La pregunta es si estos cambios – considerados solo en el papel – generarían impactos negativos y/o dramáticos en la actividad y la inversión. La respuesta es no, el propio programa es lo suficientemente claro para que cualquier persona medianamente instruida se dé cuenta que los temores de acabo de mundo son infundadas.  

Más aún, podemos decir que este programa no es el programa refundacional de Salvador Allende ni de Radomiro Tomic, ni siquiera el de Eduardo Frei Montalba ni tampoco de las reformas de shock de los economistas de Chicago – claro con signo contrario y de un libre mercado extremo. Por el contrario, es un programa moderado, en gran parte gradual y coherente. Muchas de estas iniciativas se encuentran en libros y artículos de autores connotados a nivel internacional. Por ejemplo, recomiendo revisar el último libro de Minouche Shafik directora del London School of Economics que por lo demás está lejos de ser considerada una marxista ortodoxa ni mucho menos.  

Sin embargo, hay un peligro: las expectativas. Muchos no leemos estos programas -reconozco mi propia falta al respecto – y sí leemos, miramos y escuchamos las redes sociales, debates en que se cometen errores, propaganda electoral descalificadora, noticias infundadas, comparaciones odiosas con otros países, etc. Así, muchas buenas intenciones fallan, sobre todo si las expectativas son las incorrectas.

Por eso es clave, que el nuevo gobierno forme un equipo económico de primera línea, fuerte y sobre todo creíble. Es vital que pueda comunicar de manera simple pero contundente la magnitud de las reformas y su desarrollo, y que no se enrede en la política partidista. En ese caso, muchos de los cambios que la sociedad necesita y – también demanda – se lograrán sin pasar por los temores y traumas del pasado. 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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