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Respeten a la U: no basta con las planillas de Excel Opinión Karl Grawe/Agencia Uno

Respeten a la U: no basta con las planillas de Excel

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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Si bien las comparaciones son odiosas, uno ve a los cabecillas de Colo Colo y Universidad Católica siempre estar presentes, en las buenas y malas. Eso hace un líder. Estar y enfrentar los momentos difíciles, no solo para presentar un refuerzo o para campañas de marketing. Eso no lo logran entender en Azul Azul. El mundo del fútbol no es una empresa, por más que ahora traten de funcionar así. Las sociedades anónimas llegaron, se asentaron, pero no comprenden cómo se maneja esto.


Universidad de Chile es parte importante de la historia de la república. Muchos de los cimientos más importantes de esta nación nacen de la casa de estudios. Por eso, extraña mucho el silencio de la universidad frente al panorama que vive hace mucho rato el club deportivo, más aún desde que asumieron los nuevos dueños.

La U parece no querer aprender de sus errores. Hoy por hoy, el equipo está sumido en una crisis deportiva y dirigencial. Suma ocho fechas sin saber de victorias. El rendimiento de la escuadra que adiestra Pellegrino viene involucionando. Los rumores apuntan a que, de no ganar ante Audax Italiano este lunes, el técnico argentino será cesado de sus funciones.

Y, claro, los números para un equipo de la magnitud de la U no respaldan a su cuerpo técnico, pero las dudas ya ingresaron en el directorio azul, que no está absolutamente de acuerdo en sacar al estratega. Fue el mismo Pellegrino, quien, tras la derrota ante Deportes Copiapó, desnudó las falencias que se viven en el interior de la escuadra laica.

Sin embargo, así como el trasandino se atrevió a decir todos los problemas que se viven día a día en la comuna de La Cisterna, lo mismo les ha sucedido a más de veinte técnicos que han pasado por los escritorios de Azul Azul desde que asumieron la concesión del romántico viajero.

¿Es la solución sacarlo? No. Esta fórmula desesperada que se vive año a año en Universidad de Chile no ha sido solución. Al contrario, lo único que hace es entregar más argumentos para que la crítica sea lapidaria con las distintas dirigencias.

Pero esta última en particular, comandada por Michael Clark, se ha caracterizado por el silencio absoluto. Los hinchas de la U no saben qué piensan sus líderes. No hay respuestas ante las dudas. Nadie da la cara. Eso es grave. Y no solo es grave: es preocupante y lamentable, porque se generan incertidumbres y rumores que no le hacen bien a la institución.

Si bien las comparaciones son odiosas, uno ve a los cabecillas de Colo Colo y Universidad Católica siempre estar presentes, en las buenas y malas. Eso hace un líder. Estar y enfrentar los momentos difíciles, no solo para presentar un refuerzo o para campañas de marketing. Eso no lo logran entender en Azul Azul. El mundo del fútbol no es una empresa, por más que ahora traten de funcionar así. Las sociedades anónimas llegaron, se asentaron, pero no comprenden cómo se maneja esto.

Por eso respeten a la U, no vistiendo con la camiseta o haciendo un gesto alusivo al club. Entiendan lo qué significa el cuadro azul, lo que pesa en la historia de nuestro fútbol, lo que significa para los hinchas que siempre están al lado del equipo, que viajan de estadio en estadio, que sufren y viven por el chuncho. Se puede comprender que los ingenieros quieran números azules, pero para saber de fútbol hay que impregnarse, hay que estar en los estadios y además asesorarse de personas que sí tienen años de cancha. No basta con las planillas de Excel. Eso no es solo fútbol moderno.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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