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Un tigre suelto en Chile Opinión Víctor Huenante/AgenciaUno

Un tigre suelto en Chile

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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Gareca no se complica en su discurso. Lo tiene muy claro. Sabe cómo manejarse con los jugadores experimentados. Tiene presencia y respaldo. A los más jóvenes los va llevando, para que se sumen a su idea de juego.


Ricardo Gareca era el hombre. Lo habíamos adelantado tras la salida de Berizzo. Y era él y nadie más, porque lo que requiere Chile para seguir soñando con llegar al Mundial es un hombre probado, calado y con oficio en estas lides.

Gareca tiene mucho oficio. Es un técnico de la vieja guardia, pero que ha sumado herramientas en el manejo de grupos y especialmente en cómo trabajar la convicción de sus dirigidos. Muchos colegas peruanos han comentado que el peso específico del Tigre pasó por ese contexto: convencer a los jugadores del Rímac de que estaban para las grandes instancias. Y lo logró, llevándolos a un Mundial después de 36 años.

Gareca no se complica en su discurso. Lo tiene muy claro. Sabe cómo manejarse con los jugadores experimentados. Tiene presencia y respaldo. A los más jóvenes los va llevando, para que se sumen a su idea de juego.

Tampoco se casa con un esquema fijo. Sus equipos son ordenados y cortos. Las líneas no deben superar los 10 metros y exige compromiso y versatilidad en las funciones. Si uno recuerda el Perú de Gareca, utilizaba preferentemente un 4-4-2. No era rígido, pero podía modificar durante el juego o las situaciones del partido. Eso habla de que es un técnico que sabe olfatear las debilidades del rival o corregir en el momento justo, cuando su equipo está dando señales de debilidad.

Gareca no es un mago y su llegada no significa que Chile va a clasificar. Si aumentan las chances es porque el hombre sabe cómo navegar en estas aguas más complejas. Si bien no inició el proceso, podrá corregir a tiempo. Gareca no sorprenderá con nombres que no estaban en el radar de nadie, pero sí puede dar más orden y efectividad al equipo.

La prueba de fuego será cuando se retomen las clasificatorias en septiembre. Por los puntos, el Tigre debutará ni más ni menos que ante Perú, en Copa América. Antes jugará un par de amistosos, uno de ellos, de gran calibre, ante Francia en Marsella.

Será el momento idóneo para empezar a ver esta nueva versión de Chile de Ricardo Gareca. Y, por supuesto: hay nuevas ilusiones con el técnico argentino.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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