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Los indígenas también sentimos y jugamos fútbol Opinión

Los indígenas también sentimos y jugamos fútbol

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Yohana Coñuecar
Por : Yohana Coñuecar Red de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar.
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¿Los indígenas no somos individuos con personalidad, pensamiento, intereses y memoria? ¿Hay alguien en la alianza del Gobierno que pudiera estar más preocupado por los “individuos indígenas” que por los “individuos peces”?


El diputado Jorge Brito presentó una indicación en la nueva Ley de Pesca que declaraba a las especies marinas como sintientes, buscando “respetar el estado físico y mental del animal” y prohibiendo “generarles estrés y dolor innecesario”. Luego, Ignacia Uribe, directora general de Fundación Veg y master en Derecho Animal, tuvo un espacio en la Comisión de Pesca de la Cámara, el que usó para afirmar que “cada uno de estos peces es un individuo con su personalidad, pensamientos, intereses y memoria”, agregando “que existen peces que han aprendido a jugar fútbol”.

No puedo evitar hacerme la siguiente pregunta sobre el nuevo proyecto de Ley de Pesca, que no incluye mención alguna a los diversos pueblos indígenas costeros que luchamos por la supervivencia de nuestras culturas: ¿Los indígenas no somos individuos con personalidad, pensamiento, intereses y memoria? ¿Hay alguien en la alianza del Gobierno que pudiera estar más preocupado por los “individuos indígenas” que por los “individuos peces”? ¿Por qué es más importante, en su escala de prioridades, el pez que el che (la persona)?

Vale, olvidémonos nuevamente de los pueblos originarios y vayamos más allá. ¿Les importan más los sentimientos de los peces que proteger la transparencia e integridad de la ley? ¿Le importa a alguien que el diputado Bobadilla, el mismo que participó en el copiado y pegado de propuestas corporativas en la última Ley de Pesca, haya vuelto a hacer exactamente lo mismo esta semana, con las mismas corporaciones?

Realmente, como indígenas, estamos cansados de enumerar las razones de nuestra desconfianza en los procesos institucionales cuando en cada pequeño paso se nos sigue excluyendo y humillando, y se siguen regalando los territorios y el itrofill mongen a los grandes capitales. Si no fuera por Ciper que descubrió a Bobadilla, ¿qué sería de los peces? ¿Qué sería de los pueblos costeros? ¿Y qué sería de los pescadores chilenos y de las familias que se nutren con este alimento de norte a sur?

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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