El derecho a la vida y violencia escolar

El debate que comenzamos en Temuco el año pasado, con la instalación de un pórtico de seguridad en el Instituto Superior De Comercio Tiburcio Saavedra, INSUCO, hoy es nacional.

Y lamentamos que haya sido a costa de nuevos hechos de violencia en establecimientos educacionales, estudiantes heridos y detractores que se niegan a ver la verdad.

Pero el punto central acá no tiene que ver con coartar derechos a los estudiantes, aumentar la sensación de temor en los liceos o, como algunos dijeron, afectar psicológicamente a los alumnos. Muy por el contrario, acá lo que buscamos es resguardar el derecho a la vida.

Evitar hechos de violencia entre la comunidad escolar es entender que el fenómeno de la violencia entre jóvenes es real, aunque muchos al parecer no lo quieran ver. Y desde nuestra posición debemos evitar que eso afecte a la comunidad completa, pues prevenir es un deber.

Desde la municipalidad, además de esta medida de seguridad, nuestro programa Temuco Educa y Protege, incluye escuela, familia y territorio que derivan en tres ejes: educativo, preventivo con salud mental y seguridad, metodología que trabajamos con la Universidad Autónoma de Chile y los equipos de convivencia escolar. 

Esto, al parecer, las autoridades no lo han tomado en cuenta o no saben, pero son claves en tomar este fenómeno en serio y profesionalmente.

Esperamos que el debate, más que aprobar o no la instalación de pórticos en establecimientos educacionales, que sin duda es el inicio para abordar un problema mayor, cuestione por qué pasan estos hechos de violencia, por qué alumnos acceden a armas tan fácilmente o por qué el narcotráfico tiene a las familias tomadas por el flagelo de la droga. Ahí está el problema.

El debate está instalado y creemos que estamos en la senda correcta.

• El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.