
Plan Regulador Comunal de Estación Central: un nuevo comienzo
Los márgenes regulatorios, junto a los incentivos adecuados, producen el efecto virtuoso de permitir el surgimiento de espacios de negocio saludables y bien contenidos. No todo es mercado, no todo es Estado. Ambos son elementos que se deben conjugar.
Por primera vez en sus 40 años de historia, Estación Central tiene un Plan Regulador Comunal (PRC), construido en un proceso participativo, con amplios debates, donde las vecinas y los vecinos hicieron sentir su voz. También se contó con la mirada experta y la asesoría profesional de primer nivel, para elaborar un documento contundente que permite proyectar un futuro auspicioso.
Como es sabido, Estación Central fue objeto de un auténtico “urbanicidio”. La codicia de algunas empresas inmobiliarias, aliada con la desidia funcionaria y derechamente anclada en la corrupción, permitió levantar más de cien edificios que, en menos de una década, destruyeron las bases mismas de la convivencia, generaron carencias estructurales y trajeron desorden, violencia e incivilidad a niveles nunca antes vistos en nuestra comuna.
La ausencia de un Plan Regulador, retardado ex profeso por las autoridades de entonces, fue la base administrativa que permitió aquella barbarie.
Ahora se cierra con doble cerrojo la puerta a esa devastación. Nunca más será posible que el afán de lucro desmedido y descontrolado se imponga a los intereses de las personas que habitan este territorio. Y, tan importante como aquello, nuestro PRC ofrece oportunidades de inversión sobre la base de un desarrollo sustentable que, con equilibrio y sensatez, combine la factibilidad económica con el respeto al entorno y, especialmente, el resguardo de la calidad de vida y el bienestar de las personas.
Los márgenes regulatorios, junto a los incentivos adecuados, producen el efecto virtuoso de permitir el surgimiento de espacios de negocio saludables y bien contenidos. No todo es mercado, no todo es Estado. Ambos son elementos que se deben conjugar, de manera que se conviertan en sinergia para el progreso.
Por eso es tan importante que todas las comunas tengan su propio Plan Regulador, de manera que no haya espacio para la especulación; para que la colaboración público-privada sea un eje estructurador del progreso dentro de márgenes regulados con sabiduría; para que todos los actores del desarrollo urbano puedan progresar en sus objetivos.
Para Estación Central, su Plan Regulador significa un nuevo comienzo. Un tiempo que nos llama a levantar la mirada e imaginar la perspectiva de una comuna que crece, avanza y se consolida como un ejemplo de buen vivir.
Ese compromiso ocupa, desde ahora, un espacio fundamental en la gestión que nos compete. Tenemos que imaginar y dar bases concretas al desarrollo de la comuna a corto, mediano y largo plazo. Debemos interpelar al Estado de Chile, corresponsable –por acción u omisión– del desastre aquí producido, para que sea pivote de la regeneración que necesitamos. Es fundamental convocar al esfuerzo privado, para que también forme parte de la tarea y sea un socio activo en este proceso.
La vida de las comunidades está signada por hitos relevantes. Con la entrada en vigencia de nuestro PRC, marcamos uno de enorme carga positiva. Él nos instala de lleno en el inicio de un camino que impulsa el futuro, pero sostiene y desea la recuperación de tradiciones y modos propios de la cultura de barrio que distinguía nuestros espacios.
Ahora vamos, con renovadas energías, a empujar este nuevo comienzo, que –tal como lo estamos viviendo nosotros– puede servir de ejemplo para otras comunas del país.
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