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La muerte de Miguel Uribe Turbay, una herida profunda para la democracia Opinión

La muerte de Miguel Uribe Turbay, una herida profunda para la democracia

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Francisco Avello
Por : Francisco Avello Socio Director Acierta Consultores
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La democracia, fundamentalmente, se cimienta en la libertad de expresión, libertad que debe estar asegurada para cada individuo sin ningún distingo. De igual modo, por el respeto a los derechos humanos, así como el acceso al poder mediante procesos electorales justos y equitativos.


Es un día triste para Colombia y América Latina: después del atentado de un sicario contra la vida del senador Miguel Uribe Turbay, ocurrido hace poco más de dos mes, este ha fallecido. Hijo de la periodista Diana Turbay, asesinada también en cautiverio por Pablo Escobar. Parece mentira, pero es como si la violencia se ensañara contra esta familia. Miguel Uribe fue nieto del expresidente liberal de Colombia (1978-1982), Julio César Turbay Ayala.

América Latina no puede permitir que la violencia política siga reinando en el continente. Los discursos de “patria o muerte” y “no pasarán” que enarbolan dictadores o aprendices de dictadores contaminan el ambiente político y llevan a las naciones a una polarización que solo conduce a la violencia y a la miseria.

No se puede olvidar que la polarización generada por estos discursos ha derivado en atentados fatales como el del candidato presidencial de Ecuador Fernando Villavicencio, el apuñalamiento de Jair Bolsonaro y, ahora, la muerte de Uribe Turbay.

Es urgente que la región se una en torno a la democracia, en donde tengan cabida todos los partidos de izquierda, centro y derecha. La única ruta probable es la democracia, el libre mercado y el progreso. La pluralidad de las posturas políticas debe traer consigo el respeto absoluto por la democracia, en donde no haya cabida para ideologías fracasadas que terminan en dictaduras de facto que solo traen miseria y atraso, y lo peor, vulneran el principal derecho humano que es la libertad.

Hemos sido testigos del lenguaje incendiario de algunos mandatarios y líderes políticos que suelen estar inspirados en teorías desgastadas y fracasadas en el mundo entero.

La democracia, fundamentalmente, se cimienta en la libertad de expresión, libertad que debe estar asegurada para cada individuo sin ningún distingo. De igual modo, por el respeto a los derechos humanos, así como el acceso al poder mediante procesos electorales justos y equitativos. Asimismo, por el reconocimiento y el respeto de la dignidad de la vida, la persona humana, su pensamiento, sus creencias y sus posiciones políticas.

Toda democracia debe velar por la participación de cada ciudadano en la toma de decisiones políticas de conformidad con la ley, garantizando el ejercicio electoral libre y justo, así como el respeto inquebrantable de la separación de poderes.

Solo resta pedir a Dios por el dolor de la familia del doctor Miguel Uribe Turbay (Q.E.P.D) y que Colombia y el continente superen estos caudillismos que solo traen muerte, atraso y pobreza.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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