
La importancia de debatir y considerar al otro
En una era donde el uso de la tecnología y la inteligencia artificial parecen cruzar todas las fronteras del conocimiento, poniendo en duda las capacidades humanas, la Corte de Apelaciones de San Miguel ha decidido organizar –por segundo año consecutivo– un nuevo torneo de debate jurídico.
Esta novedosa iniciativa, que une a los mundos de la academia y la judicatura, contará con la participación de más de 70 profesores y estudiantes de 10 escuelas de Derecho de las más prestigiosas universidades chilenas, además de ministros y ministras, jueces, relatores y profesionales de dicho tribunal de alzada.
Todo, en el marco de la implementación de un nuevo Plan de Difusión Jurídica, que se desarrollará durante los meses de septiembre y octubre y que busca vincular al Poder Judicial con el mundo académico, acercar la justicia a las personas y contribuir a que los nuevos abogados puedan tener una formación más completa e integral y ayudarlos a elaborar mejores argumentos y estrategias de litigación.
Cuando los jóvenes se enfrentan en las ideas y propuestas de una manera reglada, simulando los escenarios futuros de lo que se les exigirá profesionalmente, lo que sucede es que se anticipan sanas relaciones de perfeccionamiento, en que el otro y semejante se hace indispensable para la construcción de la identidad en un espacio de confianza común.
Allí se recrean las razones, pero también se visibiliza al contendiente, se le valida y considera su legitimidad y opinión. Lo que se hace es tolerar la diferencia y también atribuirle un valor imprescindible en la construcción de la existencia personal y social.
Todavía, se configura un espacio ideal donde se materializan los principios y donde se reflexiona sobre aquello que sin duda será una difícil realidad en el devenir profesional. Lo que se añade en estos ejercicios retóricos es, ni más ni menos, develar y potenciar un atributo que es connatural a los humanos, abogados o no, y que ha permitido el desarrollo de lo que somos como sociedad. Aquello que asegura la libertad de expresión y la democracia, y nos valida como humanos en la ética y el diálogo a través del lenguaje (Chomsky, 1975). Voltaire ya nos lo dijo hace casi tres siglos: “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero daré mi vida para defender tu derecho a decirlo”.
En cada una de las fechas de este torneo se abordarán distintas temáticas que atraviesan la sociedad y cuyas miradas contribuirán a enriquecer y fortalecer los argumentos jurídicos y, de alguna manera, desplegar nuevas destrezas en los estudiantes, que les serán útiles en su vida académica y laboral futura.
Como contraparte, para quienes integran el Poder Judicial, esta instancia permite conocer los alegatos de las nuevas generaciones de abogados y abogados, escuchar sus ideas, formas de expresarse y la construcción crítica de nuevos argumentos en aras a una sociedad más justa, proba y transparente
Dado el uso de nuevas tecnologías y su debido empleo constructivo, se está buscando incorporar el uso del metaverso (universo imaginario paralelo) como herramienta que permita recrear distintas visiones de defensa, acusación y ponderación de pruebas científicas o peritajes, lo que será muy valioso para todos quienes participen en esta instancia, poniendo a prueba los límites de la inteligencia humana estudiantil.
- El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.