Opinión
Atención Primaria: impacto de la financiación en la formación en la calidad y su acceso
El fortalecimiento de la APS requiere una inversión sostenida y estratégica en formación del recurso humano adecuado, así como en estructura y financiamiento.
La Atención Primaria de Salud (APS) es el pilar fundamental para garantizar el acceso universal y la provisión de servicios de calidad en los sistemas de salud. Sin embargo, la insuficiencia de recursos financieros representa una limitación significativa para el desarrollo y fortalecimiento de la APS, afectando tanto la formación de profesionales como la capacidad resolutiva de los equipos de salud.
Diversos estudios han demostrado que la escasez de recursos repercute negativamente en la contratación y formación de profesionales calificados lo que limita la capacidad integral de la APS en la comunidad. Para que la APS sea legítima y efectiva, debe estar sustentada en altos estándares de excelencia y contar con equipos ´profesionales capacitados. El equipo multiprofesional debe estar liderado por médicos especialistas en medicina familiar y enfermeras con formación en medicina familiar y comunitaria. Según las características demográficas y epidemiológicas de cada país o región, debe complementarse con odontólogos, matronas, fisioterapeutas, kinesiólogos, personal técnico en salud y agentes comunitarios, todos con formación específica en los conceptos y prácticas de la APS.
En cuanto a la formación se requiere dos estrategias fundamentales. Primero ampliar la capacidad docente en los programas de especialización para médicos y enfermeras en medicina familiar. Segundo es desarrollar programas de educación continua, como cursos y diplomados basados en el estudio de casos complejos y en el modelo pedagógico de enseñanza basada en problemas. Estos programas deben ser dirigidos a médicos y enfermeras que ejercen en APS sin la especialización formal, los que constituyen la mayoría del recurso humano en el primer nivel de atención.
Por lo tanto, la persistencia de presupuestos congelados perpetúa la desfinanciación crónica, dificultando la implementación de estrategias de promoción prevención y cuidado centrado en la persona. Esta situación genera gran presión sobre los sistemas secundarios y terciarios, incrementando las derivaciones a especialidades, servicios de urgencia y hospitalizaciones que podrían evitarse mediante el fortalecimiento de la APS.
Así, invertir en el fortalecimiento y gestión en APS debiera ampliar la cobertura y reducir las barreras de acceso al sistema de salud público; debiera mejorar la calidad clínica y contribuir a la equidad y bienestar poblacional; además, debiera facilitar la realización de procedimientos diagnósticos en el primer nivel de atención, evitando las derivaciones y hospitalizaciones innecesarias.
En resumen, el fortalecimiento de la APS requiere una inversión sostenida y estratégica en formación del recurso humano adecuado, así como en estructura y financiamiento. Sólo así será posible avanzar hacia un sistema de salud más equitativo, eficiente, resolutivo y centrado en las reales necesidades de las personas.
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