Caso Spiniak: Enredos y descuidos de una investigación mal conducida
Aunque la denuncia de la diputada Guzmán se torna cada vez más discutible, al menos provocó el cambio del juez que realizaba las pesquisas. El ministro Daniel Calvo, asignado ayer a la investigación, se encontrará con un expediente repleto de errores y, probablemente, con videos que, por alguna razón, ya estarían dañados.
Una serie de videos de contenido pornográfico requisados al empresario Claudio Spiniak no podrían ser vistos porque estarían dañados. Según informaron fuentes de Carabineros, la policía uniformada ya comunicó tal hecho al recién nombrado ministro en visita Daniel Calvo, quien asumió la investigación antes sustanciada por la titular del 33 Juzgado del Crimen de Santiago, Eleonora Domínguez, por la red pedófila liderada por el hombre de negocios.
Pero junto con esta información, otras fuentes vinculadas al caso manifestaron a El Mostrador.cl, que la mayoría, si no todos, los VHS hallados en la residencia de Spiniak -cuya cifra oscila entre los 160 y los 300, según diversas versiones- serían videos comerciales del tipo triple x.
Ayer quedó claro que la jueza Domínguez, tras varias semanas de investigación, no había visto los videos en cuestión, a la espera del informe que la unidad de Carabineros, hasta entonces a cargo del caso, debía entregarle.
Desde el episodio en que el teniente Subiadre de la Comisaría 37 no detuvo a Spiniak en febrero de 2002, porque un superior le ordenó no molestar al empresario -como quedó registrado en el libro de novedades de la unidad policial-, el actuar de Carabineros ha sido ampliamente cuestionado. De ahí que el Departamento Quinto de Investigaciones fuera llamado a participar de la indagatoria.
El ministro Calvo, en tanto, se dedicó ayer a estudiar el expediente y sometió a proceso a dos personas cuyas identidades aún no han transcendido. Asimismo, destinó gran parte de la tarde a una diligencia en el Arrayán, donde Claudio Spiniak arrendaba una casa. Se sospecha que en ese lugar podrían estar enterrados cuerpos de menores que participaban en las fiestas y cuyo paradero es desconocido. Las dudas estarían también sustentadas en el hecho de que cuando Spiniak fue detenido en diciembre del año pasado portando drogas en el sector alto de Santiago, se le requisó, además, una pistola no inscrita con silenciador, dispositivo prohibido por la ley. Esta diligencia está recién en sus inicios.
¿Uno o tres políticos?
El periodista de Chilevisión, Víctor Gutiérrez, salió al paso de las declaraciones hechas por la directora de Arasi, Claudia Fuentes, que lo sindicaban como la fuente principal de la información sobre la presunta participación de tres parlamentarios en la red de Spiniak.
Gutiérrez mostró en el programa El Termómetro de Chilevisión, dos testimonios de menores que fueron abusados por el empresario en cuestión. Uno de ellos mencionó que había reconocido a un político entre los participantes de las orgías. Su nombre estaría, según Gutiérrez, en manos de Carabineros.
El periodista aprovechó la ocasión para desmentir que él fuera el origen de una información difundida por Pía Guzmán. Al contrario, le envió un mensaje a Claudia Fuentes señalando que el testimonio que mostró ayer en televisión es el único que él tiene, tal como lo publicó el jueves pasado en la revista Plan B, donde colabora.
Querellas políticas
Son varios los frentes que se han abierto en el caso Spiniak. Uno de ellos es el político. Ayer, el presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Pablo Longueira, faltando pocos minutos para las 20:00 horas, concurrió junto al abogado Cristián Letelier a la residencia de la secretaria criminal de la Corte de Apelaciones de Santiago, Marcela Solar, donde interpusieron la querella en contra de la diputada RN, María Pía Guzmán.
A la salida reiteró los duros argumentos que ha esgrimido desde que Guzmán declarara que habían tres parlamentarios que aparecían en videos de la red pedófila, dos de Alianza por Chile y un DC. El paso de los días comprobó que la parlamentaria y ahora ex vicepresidenta de RN, se basó en rumores o comentarios hechos en privado por Claudia Fuentes. Esta última, en todo caso, negó haber hecho este tipo de comentarios.
Pero Guzmán, adelantándose a las querella designó como patrocinante a Jorge Bofill. Este abogado saltó a la palestra pública cuando postuló al cargo de Fiscal Nacional y olvidó presentar algunos antecedentes, tras lo cual la Corte Suprema vetó su participación en el procedimiento. Años más tarde, Bofill asumió la representación, junto a Claudio Feller, de la Superintendencia de Valores y Seguros en el caso Inverlink. Pero su actuación, por así decirlo, más destacada, la tuvo recientemente en el Segunda Sala (Penal) de la Corte Suprema, cuando liberó de cargos con un recurso de amparo al diputado Juan Pablo Letelier, procesado por el caso Coimas.
La acción legal deberá seguir el camino tradicional en la Corte. Primero deberá ser acogida a tramitación y luego, si concurren los aspectos técnicos y los antecedentes de hecho, designarse un ministro de fuero. Una vez que se abra un auto cabeza de proceso se iniciaría la indagatoria. Si el magistrado o magistrada a cargo de la causa estima que existen elementos suficientes para seguir con la investigación, deberá solicitar el desafuero de Guzmán.
Sin embargo, hay que recordar que el criterio de fallo del Pleno de la Corte de Apelaciones de Santiago cuando los políticos se trenzan en disputas de carácter argumental, es no desaforar a parlamentarios por estos motivos. En todo caso, y debido a la trascendencia que ha tenido el caso, quizás esta vez no se aplique.
Más querellas
Pero no sólo la UDI como colectividad decidió iniciar ayer acciones legales. También lo harían, por separado y a título personal, los senadores Jovino Novoa y Carlos Bombal. Esto, por un artículo escrito por el sociólogo Pablo Huneeus en su página web (www.pablo.cl), donde menciona sus nombres y apellidos.
En todo caso, hasta ahora no existiría claridad sobre la viabilidad del libelo criminal, debido a que Huneeus se habría retractado, como lo habían pedido los ofendidos.
De hecho, ayer cambió el artículo en cuestión por otro que tituló "No llevo velas en este entierro", dando a entender que nada tiene que ver en la polémica desatada por Pía Guzmán.
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