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‘Se da la imagen de que un señor va a tirar a la chuña condones y píldoras’

Director del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente (Cemera) de la Universidad de Chile tercia, desde el punto de vista científico, en la polémica por la píldora del día después. Afirma que no es abortiva puesto que sólo »disminuye el número de ovulaciones» en la mujer y explica por qué el embarazo juvenil es 35 veces mayor en Lo Prado que en Vitacura.


Muy en contra de lo que se ha debatido acerca de la ya conocida "píldora del día después" se mostró el director del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente (Cemera) de la Universidad de Chile, doctor Ramiro Molina. Para él, la pastilla no es abortiva puesto que su efecto únicamente "disminuye el número de ovulaciones" en la mujer.



Expresó además que el hecho de que se "tengan más a la mano los condones y pastillas", no quiere decir que aumentarán las relaciones sexuales en los adolescentes. Recalcó a su vez, que el concepto de familia no se ve vulnerado debido a esta nueva determinación del Gobierno de facilitar el levonorgestrel o postinor-2 (su nombre comercial) a las adolescentes mayores de 14 años, aun sin el consentimiento de sus padres.



-Al año en Chile nacen en promedio 1.058 niños que son hijos de madres cuyas edades fluctúan entre los 11 y 14 años. ¿A qué sector social cree usted que pertenecen la mayoría de esas madres?



-Ese número de niños corresponden en gran medida a hijos de jóvenes de escasos recursos. Comunas como Cerrillos, Huechuraba, Lo Prado y Lo Espejo tienen un riesgo 35 veces mayor de presentar madres menores de 14 años que, por ejemplo, la comuna de Vitacura. Es un fenómeno que ocurre en toda Latinoamérica, las adolescentes que pertenecen a los cuartiles socioeconómicos más bajos tienen mayor cantidad de embarazos. Cercano a 23 es el promedio de fecundidad existente en Cerrillos, La Pintana, Cerro Navia, Lo Prado, La Granja, El Bosque y San Ramón, mientras que es sólo de un 3,2 en las comunas de La Reina, Las Condes, Providencia y Vitacura.



-¿Por qué cree que esta variable socioeconómica y cultural marca tanto la diferencia?



-Desde el punto de vista sociológico, las personas que tienen mayores recursos tienen posibilidad de tener una buena educación, lo que incluye la educación sexual. Se asocia además que en el caso de las personas que tuvieron una mejor educación, sus padres también tuvieron una educación de calidad y en la mayoría de los casos son profesionales, entonces existe un intercambio de información mucho más rica entre estos. El segundo factor es que cuando un niño está inserto en un núcleo familiar en donde sus padres son profesionales y tienen un buen pasar, éste tiene proyectos de vida. Los padres al ser más educados tienden a conversar de temas sexuales de forma más abierta con sus hijos porque saben como tratar el tema, no lo esconden y eso los lleva a tener un mejor acercamiento.



Promiscuidad y hacinamiento



-Considerando los espacios físicos en donde viven las chicas de 14 años en los sectores populares, ¿cree que las características del hogar en donde habitan repercute o influye en sus conductas?



-Claramente que sí. Es muy diferente la situación que se vive en una casa de 200 metros cuadrados con sólo dos o tres niños viviendo en ella, en que además hay perros, gatos y tortugas, a la situación de otra de 42 metros cuadrados, con cinco chiquillos dando vuelta y en donde cuatro personas comparten una cama.



-Entonces comparte la idea de que el ambiente o el hábitat fomenta la promiscuidadÂ…



-En ciertos sectores en donde no se tiene conocimiento ni educación sexual: sí. Las personas a las que se les enseña y que son más educadas en este ámbito tienden a no embarazarse y a retrasar el inicio de la vida sexual. A medida en que una persona tiene más proyectos de vida y mayor afectividad, se retrasa su inicio, reemplazando la relación sexual coital por otros tipos de relaciones sexuales, como la oral, la anal, y los juegos sexuales de diferentes tipos. Pero sin duda que retrasan la penetración vaginal.



-¿Está usted de acuerdo en la forma en que el Gobierno quiere combatir el embarazo adolescente?



-Se ha formado un pánico generalizado entre la ciudadanía con el concepto de "repartir" la píldora entre las jovencitas. Se da la imagen de que va a haber un señor afuera de los consultorios que va a tirar "a la chuña" condones y píldoras a todo aquél que pase. No significa que van a existir canastitos con condones y anticonceptivos para que los jóvenes puedan sacar antes de ir al colegio. El mecanismo será acompañado por consejería y acompañamiento de un profesional durante el período que utilice métodos de anticoncepción. Pero quiero ser bien claro en lo siguiente: el hecho de que existan más condones o que estén más a la mano los anticonceptivos no significa que van a aumentar las relaciones sexuales. ¡De plano que no!



-¿No piensa que al entregarse la píldora sin la autorización de los padres se pasa a llevar el concepto de familia?



-Nosotros cuando impartimos educación sexual a los distintos establecimientos educacionales siempre les decimos a los jóvenes que se acerquen a dialogar con sus padres y conversen de los temas que les aquejan a la brevedad posible. Sin embargo, la experiencia clínica nos ha demostrado que cuando una niña de catorce ha iniciado su vida sexual, es raro que pida ayuda. Únicamente caen y se embarazan. Estas chicas en el 80% de los casos tienen una familia disfuncional; es una madre sola con muchos hijos que tiene que trabajar y que ni sabe lo que ocurre con ellos. No tienen comunicación ni relación entre padre e hijo, es una familia desestructurada, en la que en el mejor de los casos las madres viven con algún conviviente. En Chile cerca del 40% de las familias están constituidas con solamente jefas de hogar, las cuales tienen hijos con diferentes hombres.



-Pero, a su juicio, ¿no se estaría pasando entonces por encima de los derechos de la familia?



-El decir que no se respeta a la familia es estar hablando en un mundo de la teoría que no es el que estamos viviendo. En realidad, cuando no se les da la oportunidad a los jóvenes se está pasando a llevar los derechos de las personas, que constituye el primer derecho humano que no se adquiere con la edad, simplemente es algo esencial.



-Entonces, ¿qué hay con el derecho del ser fecundado a poder nacer?



-La píldora del día después no es abortiva, lo único que hace es disminuir el número de ovulaciones, por lo tanto no afecta al óvulo recién fecundado ni en su camino hacia el útero ni tampoco cuando se implanta en el endometrio.














































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