Publicidad

Argentina y Chile quieren acoger el Dakar en el bicentenario

Convencidos del atractivo que la prueba tendrá en ambos países, los responsables argentino y chileno agradecieron a los organizadores haber preferido Sudamérica para organizar el Dakar 2009, después de la suspensión de la edición de este año a causa de la amenaza terrorista en Mauritania.


Argentina y Chile, que en 2009 acogerán el primer Dakar que no se celebrará en África, quieren mantener el rally en su territorio en 2010, cuando ambos países celebrarán el bicentenario de su independencia.



Así lo indicaron este martes en París, donde acudieron a la presentación del recorrido del Dakar del año próximo, el secretario de Estado argentino de Turismo, Carlos Enrique Meyer, y su homólogo chileno de Deportes, Jaime Pizarro.



Convencidos del atractivo que la prueba tendrá en ambos países, los responsables argentino y chileno agradecieron a los organizadores haber preferido Sudamérica para organizar el Dakar 2009, después de la suspensión de la edición de este año a causa de la amenaza terrorista en Mauritania.



Meyer y Pizarro coincidieron en destacar la importancia que el Dakar puede tener para sus países, en pleno proceso de expansión turística, y señalaron que es una oportunidad de mostrar sus capacidades de organizar grandes eventos.



«Para nosotros es un bonito desafío», dijo Pizarro, mientras que Meyer lo consideró como «una oportunidad de mostrar dos países muy bastos y con una geografía muy variable».



Ambos responsables ofrecieron su territorio para organizar también el rally de 2010, año en el que celebrarán los 200 años de su independencia.



«Nos hemos propuesto organizar el mejor evento posible para que en años sucesivos pueda seguir haciéndose en nuestros países, en particular, nos gustaría acoger el Dakar del bicentenario», dijo Meyer.



«Si hacemos bien este rally podremos tener otras alternativas», indicó Pizarro.



Argentina y Chile no quieren competir con África para acoger el Dakar y los responsables de ambos países lamentaron los motivos por los que el rally abandonó ese continente.



Se mostraron dispuestos a acoger la competición en el futuro de forma alternativa con África.



Tampoco molesta en Argentina y Chile que el rally mantenga el nombre de Dakar, «una marca consolidada y fuerte» que da prestigio a sus países, indicaron.



Pizarro destacó que para Chile el Dakar será una oportunidad de mostrar un país «variado» y que será un «evento descentralizado», puesto que mostrará regiones alejadas de la capital.



Destacó el hecho de albergar la jornada de descanso y de poder mostrar al mundo Valparaiso, una ciudad patrimonio de la humanidad.



Chile, que podrá a disposición de los organizadores elementos logísticos de seguridad y asistencia sanitaria, destinará al evento unos cuatro millones de dólares, indicó Pizarro.



Para Meyer, el Dakar es un evento que permitirá durante quince días mostrar el país al mundo entero, sin verse obligado a construir grandes infraestructuras, lo que le convierte en un acto interesante desde el punto de vista turístico.



Su Gobierno dedicará al rally más de tres millones de dólares, lo que incluye seguridad, asistencia médica y la organización de las estancias en Buenos Aires, tanto en la salida como en el podium final.



Pizarro y Meyer destacaron también la importancia que para «ambos países hermanos» tendrá la organización conjunta del rally en lo que se refiere a la integración.



El director del rally, Etienne Lavigne, se mostró satisfecho con la colaboración que ha recibido de ambos países y señaló que fue su «disposición inmediata» lo que les hizo preferir a Sudamérica frente a otras propuestas para acoger la carrera.



«Ya teníamos parte del trabajo hecho, porque habíamos viajado a América del Sur para preparar allí un rally y las autoridades locales nos han facilitado la tarea, se han hecho cargo de parte de la logística, como aviones y helicópteros del ejército, parte del material», dijo Lavigne.



Señaló que «enseguida se movilizaron» para acoger el rally y que se implicaron las presidentas de Argentina, Cristina Fernández de Kichner, y Chile, Michelle Bachelet.



«Son países que tienen una gran cultura de los deportes de motor, en Chile más las motos y en Argentina más los coches», dijo.



Ambos países representaron «una oportunidad de hacer rejuvenecer el rally y mantener un proyecto que tiene mucho futuro», señaló.



Lavigne indicó que el Dakar mantiene su intención de volver un día a África, cuando la situación geopolítica mejore y no exista la amenaza que obligó a suspender la edición de este año.



EFE

Publicidad

Tendencias