Publicidad

La derecha apuesta al inicio del fin de la Concertación

Con un ánimo festivo imposible de disimular, la Alianza inscribió anoche a sus candidatos. La razón para tanta alegría se la dio, por increíble que parezca, la Concertación al decidir levantar dos listas de candidatos, mismas que en la derecha estiman serán la lápida del conglomerado oficialista y la plataforma para que la oposición pueda provocar la tan esquiva alternancia en el poder. Si todo se da como esperan en RN y la UDI, las municipales de octubre serán recordadas como la ruta que pavime


Aunque en la derecha evitan generar un ambiente triunfalista respecto del resultado municipal, para impedir una frustración como ocurrió el 2004, lo cierto es que la decisión del oficialismo de llevar dos listas de concejales a los comicios de octubre próximo les inyectó un nuevo aliento. De allí la estrategia comunicacional de recalcar este hecho en todas las declaraciones de su máximos dirigentes. Existe la convicción de que este "error" de la coalición gobernante va a marcar la diferencia en materia electoral post municipales.



Al punto que el secretario general de la UDI, Víctor Pérez, no trepida en asegurar que las mentadas dos listas van a significar un cambio radical respecto del resultado de las pasadas elecciones municipales.



"La Concertación siempre ha tenido su expresión de unidad en la inscripción en el Servicio Electoral, ahí ha estado la unidad. Ahora, esto se rompe y, por lo tanto, van a tener dos listas y uno de los dos mundos -pese a que están bastante revueltos-, claramente, va a ser tercero y eso va a provocar, al interior de la Concertación un reordenamiento que puede ir más allá de lo que hoy día imaginamos", explica Pérez.



A su juicio el concepto de quién gana y quién pierda en estos comicios "va a estar marcado por la lista que llegue tercera", lo que también "va a marcar una tendencia muy fuerte en la política chilena".



Bajo esta premisa, el dirigente gremialista aseguró que la proyección del Comité Electoral del partido "es que la lista de la Alianza será más votada en alcaldes y en concejales", aunque aclaró que en términos de votos el porcentaje "va a ser muy similar a la elección del año 2004" para la oposición.



Más directo en sus análisis, el senador Pablo Longueira no dudó ni un minuto en aventurar que el hecho de que en esta elección el oficialismo haya optado por levantar dos listas de concejales constituye "el inicio del término de la Concertación", lo que a su juicio "va a tener graves consecuencias para el sector en el futuro".



Para Longueira, los efectos de la determinación de la Concertación se van a poder observar el próximo año, puesto que el oficialismo estaría dejando en evidencia "su incapacidad de presentarle una alternativa" a la ciudadanía, con lo que claramente alude a las elecciones presidenciales del 2009.



Según sus cálculos si la Alianza por Chile mantiene la votación alcanzada en las municipales del 2004 va a tener más alcaldes y concejales que la Concertación, lo que significará "el inicio del cambio y la alternancia".



Una postura muy similar plantean sus socios de RN. En Antonio Varas, el vicepresidente Francisco Chahuán, coincide con Pérez. Asegura que dado que el actual escenario es "radicalmente diferente", ya que según mediciones efectuadas por el comando de Sebastián Piñera la Alianza y la Concertación "están equiparadas" y que la elección municipal "se juega en el perfil de los candidatos".



En este contexto, el dirigente de RN plantea que "el sentido de la alternancia que se ha arraigado en el electorado va a ser favorable para la Alianza y particularmente para RN".



A este respecto, descarta que las denuncias de irregularidades afecten a sus candidatos, puesto que en su opinión "la ciudadanía hace los análisis en su mérito" y que lo que él califica como la "ofensiva comunicacional" de la Concertación para perjudicar a algunos alcaldes emblemáticos de la derecha -aludiendo a las irregularidades- no va a surtir efecto a la hora de votar.



Chahuán advierte al oficialismo que "no van a poder ganar por secretaría lo que no pueden hacer por las urnas". Otro vicepresidente del partido, Cristián Monckeberg, tiene una mirada mucho más cauta que su predecesor. Asegura que para estos comicios municipales es necesario tener lo que ha llamado "un optimismo moderado", para no caer en el exitismo del 2004 que, finalmente, provocó una especie de depresión en la derecha al conocer los resultados.



Pese a ello estima que su partido "va a mejorar respecto de la elección anterior". Pero advierte que lo importante será lo que la prensa diga el día después y a lo que debe aspirar la derecha es que ésta informe que la Alianza tuvo una mejoría respecto del proceso anterior.



A partir de este ambiente es que la derecha en general y RN en particular comenzarán a tomarle el pulso a la carrera presidencial. Porque si bien en un arranque de optimismo el presidente de Renovación, Carlos Larraín, había dado a entender que prácticamente la de Piñera es carrera ganada, otros en la tienda no se atreven a ser tan optimistas. De allí la importancia del resultado municipal.


Publicidad

Tendencias