«Los niños no queman toda la energía que tienen, se sientan a jugar con la computadora o frente al televisor mientras comen cosas poco saludables, y esto es un problema serio», advierte la experta de la FAO Margarita Flores.
La larga y estrecha franja del territorio nacional poco tiene que ver con la silueta de sus habitantes, la mayoría de los cuales tiene problemas de obesidad o sobrepeso, advierte el Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos (INTA) en un reciente estudio.
Este problema, según explicaron varios especialistas, está relacionado con el cambio en los hábitos alimentarios de la población, el 61,3 por ciento de la cual tiene problemas con la báscula.
Actualmente, el 38 por ciento de los compatriotas padece sobrepeso, el 22 por ciento está obeso y el 1,3 por ciento sufre obesidad mórbida (severa).
Lejos de disminuir, el problema está adquiriendo dimensiones preocupantes, ya que para el año 2010 se prevé que haya 9 millones de personas afectadas en un país que actualmente cuenta con una población de 16 millones de habitantes.
Para entonces, en Chile habrá 4,3 millones de obesos, un tercio de los cuales serán niños, y 4,7 millones de personas con sobrepeso.
Esta epidemia mundial, como la ha denominado la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a 1.000 millones de personas en todo el mundo, y principalmente a quienes tienen menos recursos.
«Tanto en países desarrollados como en desarrollo, la obesidad está vinculada a la pobreza», explica Margarita Flores, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El problema está directamente relacionado con los hábitos de consumo en general, señala Erick Díaz, presidente del Colegio de Nutricionistas de Chile.
«Con el apresurado ritmo de vida actual, las personas no comen, sino que tragan, y no ingieren alimentos saludables, sino comidas con un alto contenido calórico».
La obesidad infantil también registra índices alarmantes en Chile, el segundo país de América Latina con mayor tasa de niños con este problema.
«Chile y Perú son los países que tienen los niveles de obesidad infantil más altos, 11,7 por ciento y 11,8 por ciento respectivamente», agrega la experta de la FAO.
Los cambios en los hábitos alimenticios y el estilo de vida sedentaria de los más pequeños tienen mucho que ver con este problema.
«Los niños no queman toda la energía que tienen, se sientan a jugar con la computadora o frente al televisor mientras comen cosas poco saludables, y esto es un problema serio», advierte Margarita Flores.
Corregir en la infancia
El presidente del Colegio de Nutricionistas de Chile también da la voz de alarma y llama la atención sobre la necesidad de corregir el problema durante la infancia.
La obesidad en Chile afecta sobre todo a la población femenina de las clases más desfavorecidas, explica Erick Díaz.
Según el último estudio del INTA sobre hábitos de alimentación de los chilenos, el consumo de grasas ha variado considerablemente en los últimos treinta años.
«En 1975, la ingesta diaria de grasa era de 50 gramos; en 2006, llegó a 80 gramos debido, fundamentalmente, a que la dieta está formada por pan, carne de vacuno, bebidas gaseosas y cecina» y a que se come fuera del hogar», señala el director del INTA, Fernando Vio.
Los chilenos consumen diariamente 2,5 porciones de frutas y verduras, la mitad de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud, mientras que la ingesta de pescado es de 0,9 veces a la semana.
El sedentarismo afecta a más del 90 por ciento de la población chilena, por lo que además de cuidar los hábitos alimenticios y evitar los productos con un alto contenido en grasas, los especialistas recomiendan caminar al menos 30 minutos diarios, subir escaleras y mantenerse en movimiento.
EFE
