Aunque en la tienda de calle Suecia tienen la convicción de que no existen antecedentes para sostener que Julio Dittborn cometió irregularidades, sí complica la situación que afecta a la diputada, dada la posibilidad cierta de que de un momento a otro el fiscal regional de Valparaíso la formalice. El problema es que con ello no sólo se genera un nuevo conflicto de imagen para el partido, sino que la colectividad se verá en la necesidad de encontrar una figura competitiva que la reemplace en Recoleta, distrito emblemático para la colectividad.
Entre más pasan los días más se tensiona el ambiente en la UDI, donde han estado bajo la amenaza de la formalización de la diputada Claudia Nogueira durante las últimas tres semanas. Y aunque algunos se han tranquilizado al ver que no se concreta el procedimiento, lo cierto es que en las altas esferas del partido están concientes de que más temprano que tarde ocurrirá, y que es necesario tomar una determinación. Esa misma que tanto ha costado asumir y que han eludido, pese a que sus propios aliados han colocado al gremialismo en entredicho por no seguir el ejemplo que Renovación Nacional dejó luego que quedaron al descubierto los delitos en los que habría incurrido Maximiano Errázuriz.
Mirado desde fuera podría no existir diferencia entre el caso que afecta a la esposa del ex alcalde de Recoleta, Gonzalo Cornejo, y el que enfrenta el diputado por Las Condes Julio Dittborn; pero no son pocos los que en la UDI hacen una clara distinción. La desigualdad entre ambos casos radicaría en que mientras a Nogueira parece habérsele comprobado la triangulación de dineros que terminaron en la cuenta corriente compartida con su marido, Dittborn “comprobó que ha pagado cada arriendo y mostró toda la documentación que se le pidió cuando se presentó ante la Comisión de Ética. No se ha quedado con ni un solo peso”, comenta una fuente del partido.
Aún así, el ambiente está pesado. Porque los máximos dirigentes gremialistas le están haciendo el quite al tema, cuesta encontrar a alguno dispuesto a responder sobre el futuro de la diputada, caso percibido como más complejo. Y cuando lo hacen no se salen del discurso oficial: “Claudia Nogueira va a la reelección con el apoyo del partido”. Pero si fuera formalizada, ¿qué harían en ese caso? “No me voy a poner en casos hipotéticos”, fin de la conversación. La semana pasada, los senadores Pablo Longueira y Jovino Novoa se refirieron al tema muy de pasada, en entrevistas a distintos medios. El primero enfatizó que después del caso Spiniak la UDI aprendió a actuar con prudencia en relación a temas como el de Nogueira.
Novoa, por su parte, señaló que el tema estaba siendo investigado y que había que esperar las resoluciones judiciales antes de pronunciarse. Reconocido como uno de los “coroneles” más poderosos y en su calidad de senador por la circunscripción Santiago Poniente, algunos creen en la UDI que la decisión sobre el futuro de la diputada está en sus manos. Y que si Claudia Nogueira no ha caído todavía es “porque Novoa no la ha soltado”.
Otros más institucionales, dicen que eso no es así y que si la legisladora es formalizada es evidente “que habrá que buscar un candidato alternativo” y que eso no depende de Novoa, sino del fiscal Abbott. Lo que puede tener algo de verdad, pero sólo en parte, porque nadie en el gremialismo cree en serio que un candidato a diputado de la UDI, por esta circunscripción, se instale sin el beneplácito del presidente del Senado.
