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TV Digital: y ahora una ley democrática

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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La TV digital es una oportunidad para democratizar el sistema de medios de comunicación en Chile, ya que podría permitir que muchos actores que hoy son invisibilizados tengan un lugar en esos imaginarios. Es, por consiguiente, la posibilidad de redistribuir más equitativamente el poder en la sociedad.


Tal como se presumía, el gobierno anunció la adopción de la norma japonesa para la televisión digital terrestre en Chile. Este nuevo estándar tiene una gran capacidad tecnológica y sus aplicaciones se pueden desplegar por toda la geografía del país, llegando incluso a la transmisión por aparatos móviles con alta calidad. Sin embargo, lo más relevante es que permitirá ampliar el ancho de banda y así abrir la posibilidad de incorporar nuevos actores a un sistema de medios de comunicación caracterizado por la concentración.

Una legislación adecuada sobre la TV digital puede ampliar los márgenes de la libertad de expresión y el derecho a la información, si es que se resguardan los equilibrios necesarios para distribuir el espectro de manera democrática. Es aquí donde se les exige responsabilidad y coraje a los parlamentarios, para que puedan eludir las presiones de los grupos interesados en que el mercado de la televisión se mantenga en el actual status quo, que solo beneficia a los grandes operadores de hoy.

La TV debe dar cuenta de la diversidad del país y permitir la expresión de todos los actores, desde organizaciones sociales, comunitarias, universidades, municipalidades y pequeñas empresas mediales. Más del 80% de los chilenos solo consume televisión abierta, por lo tanto, su impacto es decisivo en la construcción de los imaginarios colectivos y en la configuración identitaria de las personas.

Como señala Teum Van Dijk, «los medios reproducen las desigualdades sociales» y son muchas veces soportes de un sistema que excluye a los sujetos más vulnerables de la sociedad. Por ello, al momento de legislar se debe considerar la responsabilidad social de los medios de comunicación y más aún de la televisión, que hace uso de un bien público (el espectro radioeléctrico) para fines comerciales particulares.

El espectro radioeléctrico es considerado en la mayoría de los países un recurso natural limitado, pero de primera necesidad para el funcionamiento de la democracia. Por eso, se debe garantizar su acceso a la mayor cantidad de actores posibles, evitando los monopolios mediales, ampliando así los espacios para el pluralismo. Con esto se contribuye a la formación de un sistema democrático deliberativo e inclusivo.  

En definitiva, la TV digital es una oportunidad para democratizar el sistema de medios de comunicación en Chile, ya que podría permitir que muchos actores que hoy son invisibilizados tengan un lugar en esos imaginarios.  Es, por consiguiente, la posibilidad de redistribuir más equitativamente el poder en la sociedad. Ese «poder de hacer ver y hacer creer, el poder de hacerse tomar en consideración, el poder de hablar y hacerse oír, el poder de constituirse como agente social y participar consciente y activamente de la construcción histórica del presente», escribió la investigadora brasileña Inesita Araújo.

*Cristián Cabalin es Investigador del Programa de Libertad de Expresión del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) de la Universidad de Chile.

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