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Aporte de la municipalidad de Vitacura sirvió para becar a nieto de Pinochet

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Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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La información está contenida en un informe «confidencial» de la Contraloría donde se acreditó que parte de los $ 4 millones regalados por el edil RN Raúl Torrealba a la entidad fueron destinados a este fin.


El 11 de mayo el auditorio del Club Militar de Lo Curro tenía como público a una parte de la familia militar, esperando que se iniciara la ceremonia donde se entregarían cinco becas por un total cercano a los $4 millones.

El beneficio para estos jóvenes, que cursan distintas disciplinas académicas, es el orgullo de la Fundación Augusto Pinochet, uno de cuyos directores, el ex ministro y ex presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) Jorge Prado Aránguiz, fue el principal orador de la jornada.

Los cinco jóvenes elegidos agradecieron este regalo para seguir estudiando, pero no sabían que el aporte en dinero lo había hecho la Municipalidad de Vitacura, dirigida por el RN Raúl Torrealba.

Este hecho habría pasado completamente inadvertido, si no es porque la Contraloría decidió fiscalizar al edil, cuestionando esta entrega debido a que no existían papeles que establecieran que los beneficiados tenían dificultades económicas reales para obtener el beneficio. Hasta allí todo era generalidades.

Sin embargo, al requerir más información apareció un nombre que quedó estampado en un informe de carácter «confidencial»  del organismo fiscalizador -que publica íntegramente El Mostrador– donde se acreditó que uno de los cinco jóvenes que recibieron la beca era Sebastián Pinochet, nieto del fallecido general e  hijo de Augusto Pinochet Hiriart, conocido por su participación en bullados casos judiciales, que van desde violencia intrafamiliar, corrupción y una estafa por la que huyó de Chile con identidad falsa para evitar la acción de la justicia.

Conocidos los antecedentes, la entidad revisora de los actos del Estado requirió de Torrealba precisar la situación económica de cada uno de los beneficiados. El edil acató la orden, enviando a sus propios fiscalizadores, quienes concurrieron a la Fundación Pinochet para verificar los datos.

No obstante, en el oficio de respuesta a la orden sólo se indicaron los nombres, incumpliendo lo solicitado.

Este medio consultó a algunos militares procesados por casos de violaciones de Derechos Humanos, quienes consideraron «impresentable» la entrega de una beca a Sebastián Pinochet, atendido que el beneficio «es para los apitutados de siempre».

Según las propias palabras del general (r) Luis Cortés Villa, gerente general del organismo, «la Fundación Presidente Pinochet desde el día que naciera como institución, se abocó a la gran tarea de cumplir uno de los anhelos más preciados  del Presidente Pinochet, ‘el que todo joven tenga derecho y acceso a la Educación».

Junto a lo anterior, la Contraloría también halló otras anomalías. Entre ellas destacan el uso de $ 8 millones para celebrar una fiesta con los funcionarios de la municipalidad en el restorán «Los Buenos Muchachos», el que fue pagado con dineros fiscales. Esto motivó que se le iniciara al edil un juicio de cuentas para recuperar esos dineros y establecer su responsabilidad civil.

Lea además:

Informe confidencial de la Contraloría

Informe final de la Contraloría

 

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