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Piñera: Europa está en recesión y no está claro cuando podrá superarla

El «difícil panorama internacional» lo completa una economía estadounidense «que ha tenido una recuperación débil y bastante errática», «la desaceleración de los gigantes asiáticos» (China e India) y el estancamiento de Japón.


El Presidente Sebastián Piñera declaró que la crisis que afecta al Viejo Continente pone de manifiesto que «Europa está en recesión y no está claro cuándo va a ser capaz de superarla».
«Europa ya lleva cinco años en crisis y probablemente va a seguir, porque todavía no se han resuelto los problemas de fondo», dijo el mandatario en una entrevista con Efe.
Piñera, quien acaba de realizar una gira por varios países europeos durante la cual se ha entrevistado con las máximas autoridades comunitarias, consideró que «ha habido acciones en la dirección correcta».
«Pero los problemas de fondo y la manera en que se van a abordar aún no están resueltos», aseguró el mandatario chileno, quien actualmente preside la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Alianza del Pacífico, integrada por los cuatro países que más crecen en la región (México, Colombia, Perú y Chile).
«Yo pienso que 2013 va a ser un año difícil, muy difícil para Europa y para la economía mundial en general».
En opinión de Piñera, «por una parte están los países como España e Italia, que piden más ayuda, más crecimiento, más desarrollo, y por otra, los países como Alemania y Dinamarca, que piden más equilibrio, más austeridad, más sacrificio».
«Esa disputa aún no está resuelta», aseguró.
El «difícil panorama internacional» lo completa una economía estadounidense «que ha tenido una recuperación débil y bastante errática», «la desaceleración de los gigantes asiáticos» (China e India) y el estancamiento de Japón.
«Incluso dentro de América del Sur, también están perdiendo fuerza las dos economías más grandes» (Argentina y Brasil), agregó Sebastián Piñera.
La semana pasada, el presidente chileno se reunió en Bruselas con los responsables de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, quienes se comprometieron a apoyar la ampliación del Acuerdo de Asociación suscrito por su país hace diez años.
Piñera, quien también mantuvo un encuentro con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz, logró satisfacer una demanda que Chile llevaba planteando cerca de tres años.
Pero además, el presidente de turno de la CELAC y de la Alianza del Pacífico logró que la Unión Europa respaldara «un nuevo acuerdo» con América Latina.
Las transformaciones políticas y económicas experimentadas por los países latinoamericanos en la última década, los avances en la lucha contra la pobreza y la consolidación del desarrollo económico, en contraste con la crisis del Viejo Continente, son las razones que a su juicio han favorecido un cambio en la relación entre ambos bloques.
«Sin duda que América Latina está experimentando un verdadero renacimiento», afirmó con orgullo.
Sebastián Piñera recordó que «en los años setenta, América Latina perdió gran parte de sus democracias, los ochenta fueron una década perdida y a partir de los noventa la región empezó a avanzar en la dirección correcta».
«Recuperamos la democracia en todos los países, tal vez con una sola excepción (en alusión implícita a Cuba) y hemos recuperado el crecimiento económico», subrayó.
«Esta nueva realidad nos lleva a pensar que tenemos que buscar una nueva relación con el resto del mundo. América Latina tiene que unirse para tener una voz más fuerte y ser más escuchada en el contexto internacional», enfatizó.
Según el jefe de Estado chileno, la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno CELAC – UE, que se celebrará en Santiago los días 27 y 28 de enero próximo y a la que están invitados 60 mandatarios, «ofrece una magnífica oportunidad para discutir una nueva etapa en las relaciones entre ambos bloques».
Pero al igual que se habla de una «Europa a dos velocidades», Sebastián Piñera cree que hay países que avanzan más rápidamente en el proceso de la integración latinoamericana.
Y puso como ejemplo a la Alianza del Pacífico, un mecanismo de integración surgido hace menos de dos años que agrupa a las cuatro economías más pujantes de la región (México, Colombia, Perú y Chile) y que aspira a convertirse en el motor del desarrollo de la región.
«Cada país en América Latina tiene derecho a escoger su propio camino, pero los que conformamos la Alianza del Pacífico también tenemos derecho a escoger nuestro camino».
Aunque muchos analistas ven en este bloque un contrapeso a la creciente influencia política y económica de Brasil, el presidente chileno puntualizó que la Alianza del Pacífico «es un elemento de unidad entre cuatro países, no un elemento de división con el resto de América Latina».
Respecto a la proyección internacional de las empresas latinoamericanas, aseguró que están preparadas para responder al llamamiento que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, hizo en el marco de la reciente cumbre iberoamericana para que invirtieran en España.
«Hasta ahora, el flujo de inversiones era predominantemente de Europa hacia América Latina, pero eso está cambiando y va a seguir con mucha fuerza», agregó.
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