Publicidad
Mikel Uriarte y su estilo House of Cards para minar gestión de Mauro Valdés Presidente del directorio de TVN tiene en la mira al director ejecutivo de la estación

Mikel Uriarte y su estilo House of Cards para minar gestión de Mauro Valdés

Bastián Fernández
Por : Bastián Fernández Periodista de El Mostrador
Ver Más

La salida de María Eugenia Rencoret de la dirección del área dramática desnudó la pugna. Esta es vista como un ágil movimiento de Uriarte (UDI) para complicar a Valdés. Para sacarlo de su cargo incluso habría sondeado el terreno en el comando de Michelle Bachelet, proponiendo un director de transición hasta que asuma el próximo Gobierno. Definido como una persona frontal y pragmática, Uriarte (ex Fonasa) se mueve bajo el influjo de Manfredo Mayol, cerebro comunicacional de la dictadura y de la UDI.


Después de 25 años, María Eugenia Rencoret, ex directora del área dramática, renunció a TVN. Su salida dejó en evidencia la soterrada guerra que impulsa el presidente del directorio, Mikel Uriarte (UDI), contra el director ejecutivo de la señal, Mauro Valdés.

Rencoret estaba renegociando su contrato y había alcanzado un acuerdo con Valdés. “Pero Uriarte sabía eso y también que la Quena estaba en conversaciones con Mega. Por eso fue él quien llevó el tema al directorio y filtró el monto del contrato, armando el caso para que fuera un escándalo público”, señala una fuente que ha conocido de cerca las tratativas.

El punto en conflicto eran las cifras. Al respecto existen dos versiones y mucha especulación sobre el monto final. Algunos señalan que el pago que pidió Rencoret está dentro de lo “normal” en la industria, mientras que otros aluden a que era un “exceso”.

“Efectivamente él (Uriarte) llevó el caso al directorio. Es algo que nunca se había tratado en esa instancia. Pero no alcanzamos a abordarlo porque (Rencoret) renunció”,  sostiene una fuente al interior del directorio.

La renuncia de María Eugenia Rencoret es un golpe, tal vez el más duro, que ha recibido Mauro Valdés desde que llegó a TVN. El área dramática aporta la mayor cantidad de audiencia y, por ende, de ganancias vía avisaje al canal. “Además, Uriarte logra instalar la idea del despropósito del director ejecutivo por dejar ir a una ficha importante en el área dramática. También queda la sensación de que Valdés no puede gobernar”, señala una fuente cercana a los hechos.

El episodio evidencia el choque que existe entre las dos cabezas del canal público.

Consultado para esta nota, Mikel Uriarte declinó hacer declaraciones y pidió remitirse a la carta que envió a El Mercurio. En ella señala que “no es efectivo que TVN había llegado a un acuerdo con las pretensiones de María Eugenia Rencoret. Tampoco es efectivo que respecto de su contrato ‘el directorio no lo visó’. En este caso, no solo había conversaciones sobre la cuantía de los recursos, sino que también respecto de la estructura del contrato, cuestión que no alcanzó a abordar el directorio porque la profesional, en todo su derecho, eligió irse a un canal de la competencia con el cual venía negociando antes de la renovación de su contrato”.

[cita]Para sacar a Valdés, Uriarte necesitaría tener uno de los votos de los tres directores cercanos a la Nueva Mayoría (NM): Antonio Leal (PPD), Marcia Scantlebury (PS) y Francisco Frei (DC). Pero ese  voto no está. Por lo mismo, Uriarte habría realizado gestiones con miembros del comando de Michelle Bachelet para sondear “si hay terreno para conseguir el voto que permita sacar a Valdés”, dice una fuente conocedora de los hechos.  El modelo en el que estaría pensando Uriarte, según indican quienes han conocido el asunto, es proponer un director ejecutivo de “transición” que ordene la estación y que sea reemplazado en marzo por uno de consenso con la Nueva Mayoría. [/cita]

Pero Uriarte sí descartó mantener un conflicto con Valdés: “Al contrario, siempre he hablado bien de él”, señaló, advirtiendo que estaba grabando la conversación telefónica.

TV PÚBLICA

El contexto político es una parte del conflicto, se comenta en la industria, donde algunos creen que la gestión de Valdés está lejos de ser exitosa.

“Es un tipo que no tiene idea de la industria. Ha navegado por las aguas gracias al área dramática porque le reportaba el 50% de las ganancias. Cuando sólo un área te reporta ese porcentaje, tu gestión es un desastre. Además, TVN ha perdido puestos en su noticiero central y en programas como Informe Especial, que este año tuvo la peor temporada de su historia”, dice una fuente de la industria.

En la estación reconocen que ha habido errores y aciertos durante los últimos años de gestión, pero que es parte de un periodo de inestabilidad para toda la industria.

Desde que fue nombrado, Mauro Valdés “no le gustó a La Moneda, eso es evidente, pero fue porque él garantizó cierta autonomía del canal”, dice una fuente de TVN.

“Primero trataron de tener personas dóciles, pero no les resultó. Después trataron de sacar a Mauro y fracasaron. Entonces lo que buscan ahora es desmantelar el modelo mismo del canal. Mauro ya no es el objetivo. Hay mucho rumor de pasillo y también se transforma en algo personal, pero lo que está en juego es la permanencia de la TV pública”, sostiene esta fuente.

Lo que está buscando Mikel Uriarte, según esta lectura, es “tirar el mantel” y fiscalizar “para poder decir que él no estuvo dispuesto a que se pagaran esos sueldos. Pero en el fondo él no cree en la televisión pública”, sostiene la misma fuente cercana al directorio.

BUSCANDO UN VOTO

Para sacar a Valdés, Uriarte necesitaría tener uno de los votos de los tres directores cercanos a la Nueva Mayoría (NM): Antonio Leal (PPD), Marcia Scantlebury (PS) y Francisco Frei (DC). Pero ese  voto no está. Por lo mismo, Uriarte habría realizado gestiones con miembros del comando de Michelle Bachelet para sondear “si hay terreno para conseguir el voto que permita sacar a Valdés”, dice una fuente conocedora de los hechos.

El modelo en el que estaría pensando Uriarte, según indican quienes han conocido el asunto, es proponer un director ejecutivo de “transición” que ordene la estación y que sea reemplazado en marzo por uno de consenso con la Nueva Mayoría.

La renuncia de Rencoret fue un golpe acertado contra Valdés, pero no alcanzó a noquearlo. “Lo respalda la NM, ya que no quieren que se les meta un director de derecha. A Valdés lo pasan porque es medio liberal y cercano a la cultura”, dice una fuente de la industria.

Para otras fuentes, es justamente ese perfil el que haría de Valdés un objetivo político apetecible para Uriarte, quien pertenece a un sector de la UDI que ve “como el diablo mismo” a todos los liberales del sector, con quienes se dará una disputa de poder clave para el futuro de la derecha en los próximos años, luego de la desastrosa experiencia política que significó para el gremialismo el gobierno de Piñera.

Uriarte es uña y mugre con el cerebro comunicacional de la UDI y de la dictadura de Augusto Pinochet, Manfredo Mayol, quien a su vez pertenece al círculo de hierro de Jovino Novoa. Al comienzo de la administración Piñera, Uriarte fue director del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), y Mayol le prestó una asesoría “informal”. Quienes conocen su cercanía dicen que, en términos comunicacionales, Uriarte “no se pone la corbata sin preguntarle” a Mayol.

El paso de Uriarte por Fonasa será recordado por el carácter frontal cuando se trataba de negociaciones. Durante ese tiempo, Uriarte realizó una serie de reuniones con gerentes de clínicas y laboratorios a los que el servicio adeudaba $170 mil millones. Su propuesta sorprendió entonces a los distintos ejecutivos. “Te aseguro pronto pago y me condonas el 50% de lo debido”. Un perdonazo a cambio de entregar el dinero en menos de un mes. El argumento sobre el que sostenía su propuesta fue que, como las clínicas y laboratorios se “portaban mal”, se justificaba el recorte del 50% de la deuda. Su método causó sorpresa, molestia y espanto entre los gerentes que lo calificaron de “espantoso, de república poco seria e ilegal”.

Mikel Uriarte tomó la misma agenda crítica de la gestión de Valdés con que La Moneda instaló a su antecesor en el cargo, el fallecido abogado Carlos Zepeda, amigo personal de Sebastián Piñera. Las molestias más duras de Palacio con Valdés comenzaron hace tres años.

Durante el conflicto estudiantil del 2011 la administración piñerista resintió la cobertura que realizó TVN de las protestas. “Las únicas imágenes de Chile que se veían en el exterior eran las marchas de los estudiantes y eso no les gustó”, dice un conocedor del hecho. Valdés logró capear el enojo de La Moneda en esa ocasión debido al accidente aéreo de Juan Fernández, donde falleció el animador y rostro del canal, Felipe Camiroaga.

Un episodio más reciente y que también “mosqueó” al oficialismo, ocurrió en abril de este año, cuando Uriarte asumía la presidencia de TVN en reemplazo de Zepeda.

Julián Elfenbein entrevistó a Michelle Bachelet en su programa Frente al Espejo. El programa sacó ronchas en RN y la UDI por el “buen trato” del animador hacia la candidata. Ambas colectividades acusaron que hubo un trato deferente hacia Bachelet, quien además fue la primera en asistir al programa. Pero fueron los números los que terminaron de ofuscar al oficialismo. Esa misma noche Laurence Golborne –entonces candidato de la UDI– aparecía en Tolerancia Cero de Chilevisión. Bachelet marcó el  doble de rating que él.

A esos dos episodios se suman otros como la indignación de Carlos Larraín (RN) en 2011 por la emisión de la serie Los Archivos del Cardenal.

AMIGO DE LOS MEDIOS

Uriarte mantiene una buena relación con la prensa. Incluso hay varios que se sorprenden con sus apariciones públicas, ya que “no era lo normal” en TVN. De paso queda al descubierto uno de los aspectos que lo diferencia de Zepeda: la falta de sutileza.

La polémica por la decisión de TVN de no emitir el documental El Diario de Agustín es un ejemplo de esto.  La Tercera publicó en octubre de este año un reportaje con todo el comidillo de las actas del directorio donde se discutió el tema. El foco de las críticas fue Mauro Valdés.

Al día siguiente de ese reportaje, Uriarte apareció en el mismo medio con una entrevista a página completa. Habló de ley digital y del futuro de TVN, pero no de las actas ni de la polémica por el documental. Sobre Valdés, Uriarte sólo dijo que “se eligió al director ejecutivo y se prefirió a una persona sin experiencia en el mundo de la televisión, pero que en su trabajo en la minería había contribuido positivamente en temas de cultura. Fue propuesto al directorio por su presidente hace ya tres años”.

Al interior de TVN no ha pasado inadvertida la “lógica de seguidillas de publicaciones en los medios” donde “siempre queda bien él, mientras que Valdés sale mal”. “Hace mucho tiempo que no se daba que el presidente del Directorio se relacionara tanto con la prensa, eso es una particularidad propia de él”, sostiene una fuente cercana al directorio.

El manejo de prensa que realiza el presidente del directorio de TVN tiene muchas de las enseñanzas de la “escuela Mayol”. Mientras estaba en Fonasa, su jefa de prensa –proveniente de la administración anterior– renunció luego de que Uriarte llamara al Diario Financiero y agregara sin avisarle, en una entrevista, un párrafo en el que anunciaba el recorte de unas casas de veraneo que eran de “uso exclusivo del director anterior Hernán Monasterio”. Esto fue desmentido por el organismo en su momento.

Mikel “es un operador político básico. O sea, usa los medios, usa a La Segunda para mandar recados”, dice otra fuente que conoce la interna del directorio.

Publicidad

Tendencias