Publicidad
Rector de la U. de Chile atribuye crisis del Hospital J. J. Aguirre al «nulo aporte del Estado» y defiende privatización del recinto Senado Universitario resuelve si aprueba o no mecanismo de «leaseback»

Rector de la U. de Chile atribuye crisis del Hospital J. J. Aguirre al «nulo aporte del Estado» y defiende privatización del recinto

«La nula ayuda del Estado para modernizar y hacer competitiva su infraestructura y equipamiento ha llevado a que el hospital haya acumulado durante las últimas dos décadas un endeudamiento operacional y de inversión con proveedores por cerca de $44.000 millones, monto agravado por las elevadas deudas impagas por prestaciones clínicas entregadas al Ministerio de Salud, Fonasa e isapres», explicó Víctor Pérez en una carta dirigida a la comunidad del plantel.


El rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, defendió el mecanismo de «leaseback» que aprobó el Consejo Universitario y que, a su juicio, aparece como la única alternativa para enfrentar la deficitaria situación financiera del Hospital Clínico José Joaquín Aguirre.

En una extensa carta dirigida a la comunidad universitaria y que se dio a conocer esta mañana en la antesala de una sesión del Senado Universitario, Pérez afirmó que la crisis que vive el centro asistencial es consecuencia del nulo aporte del Estado y de una legislación que impide a las universidades estatales, a diferencia de las privadas, endeudarse por un plazo superior a los cuatro años y contar con tasas razonables.

Al respecto, explicó que «el Consejo Universitario optó por una operación de leaseback, que es una modalidad financiera de arriendo con compromiso de compra, ya que se ha usado con éxito en el financiamiento de infraestructura en cuatro edificios de tres facultades de la Universidad (Facultad de Economía y Negocios, Facultad de Odontología, y Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas)».

Y agregó que lo anterior debió resolverse «ante la realidad de que el Ministerio de Hacienda negó recientemente el aval del Estado a la Universidad para financiar la inversión por UF 750.000 en infraestructura de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas mediante endeudamiento de largo plazo, a pesar que ello significa aumentar en esa misma cantidad el patrimonio de nuestro dueño el Estado, y que las universidades estatales tenemos prohibido tomar créditos de largo plazo para estructurar sus pasivos. En este último caso, la Universidad debió acceder a un crédito en la banca entregando en garantía hipotecaria el nuevo edificio de dicha facultad. Es decir, mientras las universidades privadas nuevas o tradicionales que reciben recursos estatales pueden endeudarse a 20 años y tasas bajas, las estatales solo podemos endeudarnos por 4 años y tasas altas, por lo que dura un período de gobierno».

Por ello Víctor Pérez recordó que «esta Rectoría viene desde hace muchos años insistiendo pública y reiteradamente en una política de Nuevo Trato del Estado con la Universidad de Chile, denunciando que es insostenible que el Estado solo financie menos del 10% del presupuesto total de su principal universidad. Lamentablemente este planteamiento, ampliamente compartido y sentido por la opinión pública y los estudiantes, se enfrenta al total desconocimiento e insensibilidad por la educación pública de las actuales autoridades del Ministerio de Educación, del Ministerio de Salud y del Ministerio de Hacienda».

Deuda interna y negativa del Minsal

Respecto al  funcionamiento del J. J. Aguirre, explicó que «el presupuesto anual del Hospital Clínico es de $86.000 millones. El 96% del presupuesto del Hospital se autofinancia con prestaciones de salud y el 4% lo aporta la Universidad. El Estado no aporta nada. El funcionamiento del Hospital Clínico tiene un mayor costo debido a la actividad académica y a la docencia de pre y postgrado, la que forma anualmente a más de 1.000 estudiantes de Medicina y a 380 médicos en programas de especialidad médica, pero cuyos aranceles quedan casi totalmente en la Facultad de Medicina y no en el Hospital, que es donde se realiza esa docencia; los directivos del Hospital reiterada pero infructuosamente han manifestado que ese organismo debería recibir anualmente al menos $2.500 millones de esos aranceles. La Universidad de Chile ha apoyado históricamente a su Facultad de Medicina (27%) y a su Hospital Clínico (11%), al punto que entre ambos reciben anualmente el 38% (casi $14.000 millones) del total de los aportes institucionales que la Universidad distribuye a las unidades académicas. El 62% restante se reparte entre las otras 13 facultades y 4 institutos interdisciplinarios de la Universidad».

Agrega que «esta estructura de financiamiento y la nula ayuda del Estado para modernizar y hacer competitiva su infraestructura y equipamiento ha llevado a que el Hospital haya acumulado durante las últimas dos décadas un endeudamiento operacional y de inversión con proveedores por cerca de $44.000 millones, monto agravado por las elevadas deudas impagas por prestaciones clínicas entregadas al Ministerio de Salud ($11.000 millones), Fonasa ($5.000 millones) e isapres ($13.500 millones), donde el sistema vigente impide realizar esos cobros con mayor rapidez. Lo anterior afectó la liquidez del Hospital y le impidió servir oportunamente sus compromisos con una parte importante de sus proveedores».

Indicó que ya no es sostenible mantener una deuda interna con diversos organismos universitarios para paliar la deuda de 16 mil millones de pesos a proveedores, y que debe invertir «en el corto plazo y con urgencia $9.000 millones en mejoras de equipamiento e infraestructura para aprobar el proceso de acreditación de 2014».

El rector advirtió al respecto que «en caso que no lo apruebe, el Hospital no podrá seguir recibiendo pacientes con determinadas complejidades, con las consecuencias académicas y económicas que ello implica tanto para el Hospital como para toda la Universidad, además del perjuicio para los pacientes que atiende. Adicionalmente, nuestro Hospital Clínico requiere invertir cerca de $80.000 millones para modernizar su infraestructura y equipamiento y así mantener la calidad y alta complejidad de su labor académica y asistencial».

Frente a ello, afirmó que «hemos solicitado infructuosamente y en reiteradas ocasiones al Ministerio de Salud la entrega de equipamiento en comodato, algo plenamente permitido por la ley y razonable al tratarse de un centro hospitalario universitario público y estatal, lo que ha sido reiteradamente rechazado por la autoridad, sin ninguna razón».

El «leaseback»

Víctor Pérez explicó que «ante esta situación y habiendo tomado la dirección del Hospital una serie de medidas y ajustes que han logrado su equilibrio operacional, el Consejo Universitario aprobó por unanimidad (es decir, con el apoyo de todos los decanos y decanas) realizar una operación de leaseback por el edificio del Hospital y su terreno, para obtener recursos que permitan cambiar su deuda histórica de corto plazo en una de largo plazo. Ello permitiría una situación financiera más manejable y conveniente, y financiar la inversión necesaria para obtener su acreditación sanitaria durante este año».

«Esta solución financiera permitiría, a su vez, terminar con la tensión que sobre el resto de la Universidad está teniendo la deuda interna del Hospital Clínico con los organismos universitarios que hoy en día le están efectuando los préstamos para su financiamiento transitorio», dijo.

Publicidad

Tendencias