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La jerarquía eclesiástica califica como «urgentes y necesarias» las reformas política y tributaria Pero se opone de plano a proyectos sobre matrimonio homosexual y aborto

La jerarquía eclesiástica califica como «urgentes y necesarias» las reformas política y tributaria

En su 107° Asamblea, el Episcopado considera que se trata de cambios que apuntan a «la construcción de una sociedad más justa, equitativa y fraterna». Sin embargo ve con preocupación los temas de la denominada agenda valórica, y llamaron a la autoridad a respetar «los grandes valores que están en la base de nuestra cultura e identidad chilena, de profunda inspiración cristiana».


Los obispos de Chile consideran que  la construcción de una sociedad «más justa y equitativa» pasa por sacar adelante las reformas políticas, a la educación y tributaria que impulsa el gobierno, pero al mismo tiempo mantuvieron firme su posición contraria a que se legisle sobre el aborto y sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Los religiosos se dieron cita en la 107° Asamblea Plenaria del Episcopado, oportunidad en la que consideraron que las primeras «en principio, se perciben como necesarias e incluso urgentes, para caminar en la construcción de una sociedad más justa, equitativa y fraterna».

Respecto a la reforma educacional,  dicen que debe impulsarse «porque la diferencia de calidad en la educación que reciben los jóvenes desde la infancia es inaceptable, más aún cuando depende de la situación económica de los padres».

Eso sí, los obispos consideran que los cambios en este ámbito deben realizarse «en el contexto de una sociedad libre, democrática y plural, que asegure la variedad de proyectos educativos y salvaguarde el derecho de los padres a poder elegir la educación que quieren para sus hijos, y que no sea tarea única y exclusiva del Estado proveerla».

En cuanto a la agenda valórica, manifestaron su preocupación por aquellos temas que, a su juicio, comprometen a «la familia y la vida».

Sobre el  aborto indicaron: «Conocemos dramáticas situaciones en la gestación de una nueva creatura humana y solidarizamos con el dolor de aquellas madres que, por desgracia, muchas veces deben asumir desamparadas su situación. Ella y su hijo son dos víctimas inocentes y de cuyo clamor debemos hacernos cargo. Pero sabemos que el aborto nunca será una solución para una mujer y su entorno».

Y acerca del matrimonio igualitario, sostienen que «la familia fundada en el matrimonio entre un varón y una mujer, y la protección de la vida son imperativos éticos que surgen de la misma razón humana y que la propia Constitución de Chile protege».

Por ello, llamaron a las autoridades a «promover la familia fundada en el matrimonio y custodiar la vida. Ese es el camino que quiere recorrer una gran mayoría de los chilenos».

Finalmente, los obispos consideran que estos temas deben ser «convenientemente debatidos, con una gran capacidad de escucha, y con el tiempo necesario para un auténtico diálogo con todas las instancias necesarias» y formularon un llamado a la autoridad a respetar «los grandes valores que están en la base de nuestra cultura e identidad chilena, de profunda inspiración cristiana».

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