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Investigación eclesial confirma acusación contra Joannon y dice que mantuvo «relación inapropiada» con madre de bebé dado en adopción SS.CC. determina responsabilidad del cura en adopciones irregulares

Investigación eclesial confirma acusación contra Joannon y dice que mantuvo «relación inapropiada» con madre de bebé dado en adopción

La congregación le pidió al religioso “que haga un gesto de reparación consistente en reconocer la verdad» y también dispuso que viaje a Madrid para iniciar un proceso de «acompañamiento psicológico y espiritual». También se determinó que se trata de delitos canónicos prescritos y que la información recabada no se remitirá a la causa que paralelamente investiga el ministro Mario Carroza.


Una lapidario informe contra el sacerdote Gerardo Joannon emitió este martes la congregación de los Sagrados Corazones, luego de una investigación canónica que determinó que el religioso participó activamente en los dos casos de adopciones irregulares de las que se le acusa.

El superior provincial de la orden religiosa, Álex Viguera, dio lectura al documento que declara como verosímiles los testimonios de las familias afectadas, y que  enumera los antecedentes que pesan contra el ex párroco de la iglesia La Anunciación de Providencia. Entre ellos, el hecho que durante años ofició misas fúnebres para recordar a la hija de Andrés Rillón, a sabiendas que estaba viva, y por el hecho de mantener una relación “inapropiada” con la madre de una de las bebés.

Dijo que se pudo determinar que “el padre Gerardo Joannon participó activamente en ambos casos de adopciones irregulares. No es verosímil afirmar que el doctor (Gustavo) Monckeberg actuó por iniciativa propia en el caso de la hija de Andrés Rillón”, y agregó que “la motivación primera en el caso de la hija de Andrés Rillón no fue evitar el aborto. En el caso de María Alicia Häussler, a pesar de la presión de sus padres, ella nunca quiso abortar”.

Asimismo, la investigación determinó que Joannon “siempre supo que ambas guaguas no murieron al nacer” y que, a pesar de ello, “celebró durante años misas de difuntos por la hija de Andrés Rillón a sabiendas que no estaba muerta”.

También recordó que cuando los afectados pidieron colaboración al cura, éste “no los acogió como es debido y como se esperaría de su condición de pastor”.

Viguera detalló que también se indagó en “la relación del padre Gerardo Joannon con la mamá de una de las guaguas, por cuanto apareció como tema relevante para comprender el contexto de esa adopción”, y que luego de ello “se ha establecido como verosímil, primero, que el padre Joannon ha mantenido desde esa época una relación inapropiada con ella; segundo, que esa relación fue importante para que el padre Gerardo interviniera activamente en ese proceso de adopción; tercero, que si bien es cierto es una relación que ha dado muchos frutos pastorales, también es cierto que en muchas ocasiones ha sido motivo de escándalo por su condición de religioso y sacerdote”.

Delitos canónicos prescritos

Viguera detalló que si bien están prescritos los delitos canónicos configurados en este caso, que paralelamente indaga por la vía judicial el ministro en visita Mario Carroza, igualmente se tomaron medidas por cuanto se trata de actos “constitutivos de faltas graves contra la verdad que dañan la dignidad del ministerio sacerdotal”.

Dijo que la congregación solicitó a Joannon “que haga un gesto de reparación consistente en reconocer la verdad, asumir sus responsabilidades y pedir perdón a las personas que han sido afectadas; segundo, que se traslade en octubre de 2014 a la comunidad provincial de Madrid en España, para iniciar ahí un proceso de acompañamiento psicológico y espiritual. Durante ese tiempo no tendrá encargos pastorales”.

Viguera dijo que estas medidas no serán las únicas contra Joannon y anunció que pondrá a disposición del superior general de la congregación todos los antecedentes, aunque aclaró que estos no serán entregados a la justicia.

Finalmente, pidió perdón a las familias afectadas a nombre de su orden religiosa. “A Andrés Rillón y a su familia, a María Häussler y su familia, quiero pedirles humildemente perdón a nombre de la congregación de los Sagrados Corazones, porque no reaccionamos a tiempo cuando tuvimos los primeros indicios, porque pusimos en duda la veracidad de sus palabras, porque nuestros errores han profundizado y prolongado su dolor, especialmente al haber sido descalificados en su capacidad de asumir la maternidad y paternidad que les correspondía”.

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