
Ex estudiantes del colegio Mackay de Viña del Mar emplazan a sus directivos: «Que prime el bien de la comunidad educativa»
En una carta enviada a diversos medios, 150 ex alumnos del colegio dan su apoyo a la huelga legal del sindicato único del establecimiento. «Esperamos altura de miras y transparencia, ahora más que nunca, generando un clima de entendimiento donde no primen los intereses individuales», consigna la carta.
Un numeroso grupo de ex alumnos del colegio Mackay de Viña del Mar se manifestó esta mañana a propósito de la huelga que se mantiene en el plantel privado de educación, el que se encuentra en negociación colectiva con el único sindicato del colegio, según informó Soy Valparaíso.
Alrededor de 150 ex alumnos, firmaron una carta pública en donde hacen presente su preocupación ante «el progresivo deterioro de la convivencia al interior de la comunidad, que ha hallado su última expresión en el fracaso del proceso de negociación colectiva entre empleadores y empleados (…) apoyamos la huelga legal que el sindicato único de trabajadores de The Mackay School ha votado unánimemente como consecuencia de lo anterior».
Además agrega que «como ellos han señalado, no se trata sólo de un aumento de las remuneraciones, sino de restablecer un clima laboral humano, el cual ha decaído por expulsiones injustificadas, pérdida de la valoración del rol docente y de jefaturas, amenazas de acciones judiciales y prácticas antisindicales. Hemos conocido de esta realidad no sólo por profesores y estudiantes amigos que han dado este testimonio, sino también por quienes han debido abandonar la institución por estos motivos».
Finalmente, la carta emplaza a las autoridades del colegio: «Que prime el bien de la comunidad educativa por sobre cualquier otra consideración. La familia mackayina incluye a los directivos, profesores, funcionarios, trabajadores y estudiantes, y es por eso que todos deben hacer esfuerzos por entender las justas preocupaciones de cada cual. La excelencia académica, la infraestructura y el acceso a tecnologías del aprendizaje deben estar en servicio de un proyecto educativo basado en estas profundas convicciones y en la valoración recíproca de cada uno de los actores de la comunidad. De lo contrario, son sólo cascarones vacíos».
«Esperamos altura de miras y transparencia, ahora más que nunca, generando un clima de entendimiento donde no primen los intereses individuales», termina la carta.