Ambos parlamentarios de la Nueva Mayoría consideran que la medida, además de poner en riesgo el cumplimiento de los plazos para la puesta en marcha de las líneas 3 y 6 y el inicio de la extensión de la línea 2 hacia el sur.
Los diputados Daniel Melo (PS) y Jaime Pilowsky (DC) salieron este martes, por separado, a rechazar la decisión de la sala del Senado que recortó el presupuesto del Metro para 2016, ya que consideran que pone en riesgo los proyectos en ejecución para la ampliación de la red del ferrocarril metropolitano, como también el plan de extensión de la Línea 2 hacia San Bernardo, que es esperado dado su importante impacto social.
“Disminuir los recursos de la Empresa Metro a la mitad es una irresponsabilidad. Metro es una empresa estratégica en la Región Metropolitana, y luego de la implementación del Transantiago se ha transformado en la columna vertebral del sistema de transporte público en la ciudad, por lo cual, desquitarse poniendo en riesgo el sistema por medio del cual se movilizan millones de ciudadanos diariamente, es una aberración, y un atentado a los trabajadores, estudiantes y personas más humildes que usan este medio transporte”, apuntó Melo sobre la indicación presentada por senadores regionalistas, que reduce de 311 mil a 155 mil millones de pesos los recursos.
“La rebaja por parte del Senado de la partida del Ministerio de Obras Públicas, que establecía los recursos destinados para el Metro S.A. pone en serio riesgo el plan de extensión del tren metropolitano, abriendo un escenario de incertidumbre para más de medio millón de habitantes de las comunas de El Bosque, San Bernardo y Quilicura (…)La Cámara debe insistir con los montos contemplados en la partida original, para luego resolver el impasse con el Senado en la Comisión Mixta que se forme para tal efecto”, agregó.
Pilowsky, por su parte, también criticó en duros términos el recorte, y advirtió que “de no resolverse el presupuesto de Metro, no existirán los recursos para cumplir los contratos actualmente vigente para la ejecución de las líneas 3 y 6”.
«Si Metro no dispone de los recursos necesarios, será imposible inaugurar las obras en las fechas previstas, lo que afectará el transporte y la calidad de vida de 1, 6 millones de personas que utilizan el servicio diariamente. Esta es una pésima señal para todos quienes esperan mejoras en el transporte público y una muy mala estrategia para lograr la descentralización que requiere el país”.
