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Gobierno echa pie atrás: incluye a toda la prensa en giras presidenciales Limitación se mantenía hasta ahora por decisión de la Presidenta de no contestar preguntas por caso Caval

Gobierno echa pie atrás: incluye a toda la prensa en giras presidenciales

Decisión fue tomada a partir de un incómodo episodio que vivió la Mandataria tras participar en una ceremonia de conmemoración de los 34 años de la muerte de Frei Montalva. Entonces, los periodistas le consultaron por la situación del entonces administrador de La Moneda y por la posibilidad de hacerle un sumario y las distintas aristas del caso que involucra a su hijo y nuera.


El gobierno resolvió retomar el sistema de convocatoria abierta a la prensa para las giras al extranjero de la Presidenta Michelle Bachelet, dejando atrás la polémica medida adoptada en enero pasado que limitaba el acceso de los periodistas que se encuentran acreditados en el Palacio de La Moneda.

La restricción tuvo como razón principal lo siguiente: la decisión de la Mandataria de no hablar con los medios de comunicación sobre aquellos temas que «no quiere contestar». En otras palabras, sobre el caso Caval.

Por esos días, las autoridades del Ejecutivo resolvían un tema no menor: cómo enfrentar la formalización de su nuera Natalia Compagnon, aumentando la tensión entre Bachelet con los medios de comunicación.

El punto de inflexión que motivó la polémica medida fue el incómodo episodio que vivió el viernes 22 de enero la Presidenta, después de participar de la ceremonia de conmemoración de los 34 años de la muerte del ex Mandatario Eduardo Frei Montalva, que se realizó antes del mediodía en la Plaza de la Constitución.

Bachelet se retiró caminando por el costado de la plaza que da a calle Teatinos rodeada de su escolta, instancia que la prensa aprovechó –como siempre con todos los Mandatarios durante años– y se acercó para preguntarle por la situación del entonces administrador de La Moneda, Cristián Riquelme, la posibilidad de hacerle un sumario administrativo y las distintas aristas del caso Caval, temas sobre los cuales la Mandataria ha guardado un estricto silencio y que La Moneda trata de esquivar diariamente.

Fue seguida hasta la puerta misma de Palacio, rodeada de cámaras de televisión y micrófonos, momento en que uno de los encargados de la avanzada presidencial, Felipe Barnachea –PS, del escalonismo duro y ex jefe de gabinete de Rodrigo Peñailillo– se devolvió para reclamar a los periodistas por la “impertinencia” de preguntarle a la Presidenta algo que se sabe “no quiere contestar”. Más aún, una periodista fue abierta y bruscamente bloqueada –lo que queda en evidencia en registros gráficos de la jornada– durante el trayecto por una carabinera de civil, en plena calle, tratando en todo momento de impedirle el paso y advirtiendo que no podía preguntarle a la Mandataria.

Desde el propio segundo piso de la sede de gobierno se comentó que la Presidenta subió notoria y profundamente ofuscada por la situación, decidida a que se tomaran medidas para no verse más expuesta así.

Fue así como el 25 de enero la jefa de prensa de la Mandataria, Haydée Rojas, comunicó sobre la polémica medida para «establecer una rotación en los medios de comunicación acreditados, mejorar la logística y abaratar costos».

La medida fue criticada por el Colegio de Periodistas. La orden llamó a La Moneda a realizar un protocolo conjunto «que establezca un sistema estable y claro respecto de la acreditación de trabajadores de la prensa en Palacio, a modo de garantizar el acceso de todos los medios de comunicación a la cobertura de las giras presidenciales».

Si bien La Moneda echó pie atrás, los ajustes presupuestarios que se tomarán en Palacio en este punto se limitarán a las salas de prensa, que desde ahora deberán ser incorporadas dentro del plan de viajes de cada medio, consigna Emol.

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