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Denisse Malebrán dice que nueva directora sociocultural de La Moneda llamó a Dávalos para visar su despido Funcionaria fue despedida del gobierno hace un mes y medio

Denisse Malebrán dice que nueva directora sociocultural de La Moneda llamó a Dávalos para visar su despido

La vocalista de Saiko, que trabajó con el hijo de la Presidenta en la Dirección Sociocultural, reveló detalles de cómo se vivió el caso Caval por dentro y sobre el rol de Dávalos en su propia salida de La Moneda: «Sus argumentos (de Forttes) fueron que yo no tenía disponibilidad para un cargo como ese (…) y que había llamado a Sebastián para preguntarle si tenía algún problema con que me sacara y que este no había puesto reparos». Tras un amargo episodio, llamó a Dávalos para preguntarle si era cierto, a lo que éste respondió que sí, agregando que no quería saber «nada de lo que ocurre en la Dirección Sociocultural».


Denisse Malebrán, quien trabajó con el hijo de la Presidenta en la Dirección Sociocultural, reveló detalles de cómo se vivió el caso Caval por dentro y sobre el rol de Dávalos en su propia salida de La Moneda, la cual ocurrió hace un mes y medio.

«Sus argumentos (de Forttes) fueron que yo no tenía disponibilidad para un cargo como ese (…) y que había llamado a Sebastián para preguntarle si tenía algún problema con que me sacara y que este no había puesto reparos».

Tras un amargo episodio, llamó a Dávalos para preguntarle si era cierto, a lo que éste respondió que sí, agregando que no quería saber «nada de lo que ocurre en la Dirección Sociocultural», informa El Mercurio.

La ex asesora a cargo de las actividades sociales y de la producción de eventos de la Dirección define la experiencia del caso Caval como una «hecatombe en lo político y en lo personal», admitiendo que salió muy mal de la Moneda: «El desprendimiento fue tan doloroso. Pero de a poco estoy poniendo orden en mi vida. Salir de palacio ha sido una oportunidad para volver a ser yo misma. Lo cierto es que mi amiga tenía razón: ahí te traicionas a ti misma. Te enfermas».

Además, se refirió en duros términos a la esposa de su ex jefe: «No tengo nada que ver con ella (Natalia Compagnon), pero creo que el daño que le hizo al país fue enorme. También a su suegra: le destruyó el gobierno».

El caso Caval «from the inside»

Sobre su experiencia trabajando con el hijo de la Mandataria, aclaró que, en primera instancia, era «consciente del lugar en el que estaba y de las observaciones que podían surgir a partir de su presencia allí», de modo que, según ella, «era aún más cuidadoso y exigente».

«Contrario a la imagen que tiene todo el mundo de él, es decir, que era un tipo al que le gustaba el lujo, el Sebastián que yo conocí era de mucha austeridad y recato. Se dijo que le gustaba la plata, pero trabajaba gratis. Y trataba todo el tiempo por mantener una imagen y cuidaba a la Presidenta a todo nivel: nunca compró un pasaje, viajaba poco y con donaciones, nunca cambió un vuelo, nunca invitó a comer a nadie a la Unidad. Pero además, en términos de trato y de forma, era ameno y respetuoso. El Sebastián que conocí era muy tímido y tenía muy poca ambición de lucirse y de aparecer en fotos. Además, era humanitario. Era un director al que le importaba su equipo, que lo cuidaba», recuerda Malebrán.

Pero tras la irrupción del caso Caval, las cosas cambiaron. Viendo a Dávalos en retrospectiva, cree que sin duda se equivocó, pero puntualiza que «se equivocó antes de entrar a esta cartera y creo que los errores que él pudo haber cometido eran ajenos a lo que él hacía en la Dirección. ¿Cómo no dimensionó que eso que hizo en su vida privada, después, lo iba a perseguir? Nunca le he preguntado, porque después de que salió de La Moneda lo he visto una sola vez».

Con respecto a si alguien del equipo la preguntó en qué estaba pensando cuando acompañó a su mujer a pedir el famoso crédito, asegura que no y que ni él ni Bachelet tenían comunicación donde estaban. «Pero, además, esto ocurrió curiosamente cuando no estaba la Presidenta, tampoco su jefa de gabinete ni su jefa de prensa. La soledad se sintió en lo mal manejado que estuvo todo. Nadie ayudó. Obviando la parte de responsabilidad que a Sebastián le cabe en esta historia, aquí dejaron que él se desangrara. Ya estaba muerto, pero no tenías para qué dejarlo colgado en la plaza pública. Fue una cadena de errores. Una verdadera bomba en La Moneda», detalla.

También asegura que el mes que la Dirección Cultural estuvo sin liderazgo se vivía «una verdadera cacería de brujas al interior de La Moneda» y que la gente de la administración de Dávalos eran rechazados y evitados por el resto de los inquilinos.

«Yo creo que las deslealtades estaban instaladas en distintas unidades, específicamente en algunas personas que tenían más ambición de destacarse ellos y aprovechar el momento, que ser fiel a lo que debieran cumplir dentro de un cargo. Específicamente, creo que la deslealtad estuvo muy marcada en quienes persiguieron de manera abierta al director administrativo de La Moneda; o sea, gente que estaba más preocupada de sacar a Cristián Riquelme de su función y dejar a la Presidenta más sola de lo que ya estaba en ese momento, que de tratar de colaborar en que se siguiera gobernando o de que el caso Caval pasara a un segundo plano. También desde la comisión Caval creo que hubo un exceso de protagonismo para quienes querían a toda costa seguir sacando provecho de esto como un espacio de promoción política», recuerda.

Por último, la artista define su despido como «un desatino y un descriterio», adelantando que piensa escribir un libro con su experiencia en La Moneda: «En términos humanos hay material suficiente para una teleserie».

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