En el caso de las agencias italianas, las tarifas para el proceso de adoptar niños chilenos, fluctúan entre $4 millones y $12 millones. Son muchos los casos en los que las familias deben entregar en adopción a sus menores contra su voluntad. Desde el Sename admiten que deben hacer un “mea culpa” y reconocen que “las decisiones legales no siempre son éticas”.
Un reportaje publicado hoy por el sitio web de Radio Bío Bío reveló los elevados montos que se manejan en torno a las adopciones de niños chilenos en el extranjero, principalmente a países europeos como Italia.
En Chile operan agencias que cobran entre $4 millones y $12 millones por gestionar la adopción de un menor a otro país. Desde el Sename admiten que no existe control por parte del Estado respecto de los precios que se pagan por cada niño institucionalizado.
De acuerdo a la información disponible entre los operadores, el sistema ha dado espacio a un mercado que entre 2010 y 2016 podría haber transado hasta $ 6 mil millones solo por los 514 niños enviados a Italia, país que tiene siete agencias intermediadoras operando en Chile.
En el listado de agencias se ubican instituciones de Noruega, Bélgica, Alemania, Nueva Zelanda y dos de Francia. Pero el dominio indiscutible lo tienen las italianas, con siete de las plazas. Y la estrategia ha rendido sus frutos: según los anuarios del Sename, entre 2010 y 2016, 732 menores fueron adoptados por matrimonios foráneos y el 70% de ellos acabó radicándose en Italia.
En el caso de las agencias italianas, las tarifas para el proceso de adoptar niños chilenos, fluctúan entre $4 millones y $12 millones. Estos montos no incluyen pasajes, estadía, alimentación ni otros gastos en los que deben incurrir las parejas extranjeras en los 60 días de estadía que la normativa vigente exige antes de llevarse al menor.
Estos datos hablan de un mercado que entre 2010 y 2016 podría haber movido hasta $ 6 mil millones solo por los enlaces a Italia.
Este escenario, reconocido por el Sename, ha incubado una serie de denuncias por parte de las familias chilenas que perdieron a sus hijos, tal como lo reveló Radio Bío Bío en un reportaje que describe el drama que hoy viven. Acusan que las fallas y arbitrariedades del esquema actual han dejado espacio a un modelo donde aún existen transacciones monetarias por los niños.
Chile se ha convertido en uno de los llamados países emisores, o de origen, del circuito de adopción internacional. Un ránking elaborado por la universidad de Newcastle, Reino Unido, sitúa al país en el puesto 36 de las “naciones de origen” en el período 2004-2015, que es encabezado por China, Rusia, Etiopía, Guatemala y Colombia. En Latinoamérica, en tanto, ocupa el octavo lugar. En términos simples, en Chile salen muchos más niños de los que entran. De hecho, de acuerdo a cifras oficiales del Registro Civil, en 2016 solo hubo una adopción de un niño extranjero por parte de una familia chilena. Por el contrario, fueron 76 los que salieron del país en el mismo periodo.
De acuerdo al citado reportaje, son muchos los casos en los que las familias deben entregar en adopción a sus menores contra su voluntad. Desde el Sename admiten que deben hacer un “mea culpa” y reconocen que “las decisiones legales no siempre son éticas”.