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La indignación de Ruiz-Esquide con Mariana Aylwin y su gente: “Nuestro error fue respetar a estas personas más allá de la disciplina” El ex parlamentario cree que el partido vive una crisis similar a cuando se creó el Mapu o la IC

La indignación de Ruiz-Esquide con Mariana Aylwin y su gente: “Nuestro error fue respetar a estas personas más allá de la disciplina”

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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El ex senador y, hasta marzo de este año, consejero nacional, cree que por culpa de un grupo pequeño la sensación de cualquiera que mire hacia la DC, es que nadie sabe hacia dónde va el partido. Por eso, y después que la ex ministra de Educación señalara que se siente más cerca de Chile Vamos, Ruiz-Esquide es categórico: “Si quieren someterse al partido, que lo hagan, pero que después no salgan llorando que porque son hijos de tal persona no los pueden tocar”.


Mariano Ruiz-Esquide sigue de cerca lo que está pasando en la DC. Aunque ya no es senador y desde marzo tampoco es ya consejero del partido al que pertenece desde los años fundacionales. A los 87 años tiene mayor lucidez que muchos de sus camaradas más jóvenes. “Es una de las reservas morales de la DC”, señalan en la colectividad que va de convulsión en convulsión, como si estos fueran estertores de una crisis epocal.

“Yo creo que los partidos políticos, a diferencia de lo que se dice siempre, que son los que llevan el mandato, son los líderes de la inconsecuencia y falta de claridad”, dice Mariano vía telefónica desde Viña del Mar, la ciudad donde habita. Para él, esta no es una crisis como la que vivió el partido cuando desde sus entrañas se formó el Mapu, pero sí se parece.

-La DC ha tenido varias separaciones. Primero el Mapu, después la Izquierda Cristiana, después Adolfo Zaldívar, después lo que dirigió Moraga y los últimos que ya se han ido. Son cinco o seis. Esto que está sufriendo el partido hoy es grave. Es extremadamente grave por cuatro razones. Lo primero es porque toca lo doctrinario. En la DC uno puede tener diferencias en la analogía política, en la acción, en la ideología, pero no en lo doctrinario. Ahora tenemos conflictos con personas que dicen ‘mire, aunque haya un consejo del partido que dice que hay que votar por Alejandro Guillier, nosotros no vamos a votar’. ¿Por qué ellos no fueron sancionados? Esa fue una debilidad del partido. Lo hicimos pensando en que era peor sancionarlos, pero era una insolencia política muy grande.

-¿Y en qué derivó eso?
-No se les sancionó y tenemos lo que tenemos… y es que ahora no sabemos dónde está cada cual. En tercer lugar, esto desgraciadamente ha contenido la opinión de personas muy principales en el partido. Usted tiene a una Mariana Aylwin, a un Aninat, un Gutenberg Martínez, personas que han sido ministros, etc., superintendentes de Salud, diciendo lo que dijeron y sin sanción, aunque ahora parece ser que se está discutiendo si hay o no sanción a petición de unos camaradas. Y cuarto, porque el trastorno le quita fuerza a la potencia que siempre ha tenido el partido y eso limita nuestra fuerza para influir en lo que va a pasar.

Mariano Ruiz-Esquide cree que a la hora de decidir dónde se ubica el partido y en ese camino entramparse también en una disputa con el Partido Comunista, es ficticio. “El PC en Chile no es lo que fue hace veinte años”, afirma.

-O sea, ¿la DC podría estar, a diferencia de otros momentos históricos, más cerca del PC ?
-No es que estén más cerca. Nosotros tuvimos años de Gobierno con el PC y no pasó nada. Lo que quiero decir es que llevar ahora al terreno de las definiciones grandes el si estamos o no con los comunistas, es anticuado, es pasado de moda. El presidente (Guillermo) Teillier del PC y sus dirigentes, sus diputadas, son una especie de abuelito con sus nietos. De qué estamos hablando, si ya los comunistas ‘no se comen las guaguas’. Son otros los que se comen las guaguas representadas por la riqueza chilena. Entonces, me parece que vamos mal por ese camino.

-Entonces la DC debe definir pronto qué camino seguirá.
-Creo que el partido debe definir luego qué quiere hacer y con quién quiere hacer. Perdimos las candidatura de Carolina Goic porque fue mal llevada, también porque ella desgraciadamente se encerró en un grupo muy minoritario del partido sin grandes dirigentes y con personas muy jóvenes y soberbias para entender otra cosa más que solo ellos podían dirigir el partido. Hubo una cantidad de personas, incluido quien habla, que cuando le decíamos a la candidata que estábamos listos par a ir a trabajar, no contestaba. Cuando fui 20 veces, llamé 15 veces por teléfono para decirle que, cuando fueran a la región donde yo fui senador, me avisaran para acompañarlos.

-Ahora la presión sobre la DC es mayor. Deben definir lo que son.
-Hay gente en el partido que creemos que tiene que mantenerse una línea progresista. Una línea que está con el pueblo. A la centroizquierda, pero con todo. No con esto de que ‘estamos acá, pero dispuestos a ayudar y ser una bisagra hacia la derecha’. Nadie entiende ni respeta eso. Hay gente que piensa que no podemos seguir con la centroizquierda, que murió. Ya la mataron. Hace como diez años que vienen matándola. Entonces, ¿dónde nos vamos a ir?

-Mariana Aylwin dice que se siente más cerca de Chile Vamos. ¿Es esa la DC que se proyecta?
-Hay un grupo de personas que son todos los que han manifestado que no iban a votar por Guillier y no lo hicieron y, cuando uno les pregunta qué es lo que quieren hacer, no contestan. Tienen solo tres caminos: o estamos solos y llegamos a la derrota espantosa como la que tuvimos con nuestra candidata, o nos vamos a la derecha, o nos unimos a Chile Vamos. Pero díganlo. La política es de ideas claras. De testimonio personal, de consecuencia. Se habla como se vive y se vive como se dice. Que especifiquen y digan con quiénes quieren hacer la alianza en la centroizquierda. Y si no quieren hacer ninguna de las dos cosas, significa que tenemos que ir solos. Volver a lo mismo. No ha habido expresión más torpe, con falta de contenido doctrinario, vergonzante para un pobre viejo como yo –que llevo 60 años peleando con la derecha para ser un partido de avanzada social progresista comunitario–, que la frase famosa de que ‘vamos a trabajar en la Cámara para ver si somos la bisagra entre la derecha y la izquierda’. Eso es lo que nos decían cuando se formó el Mapu y la IC. El partido ‘NiNi’… ni de derecha ni de izquierda. Eso no se hace en política seria.

-¿Cree que lo que ha dicho Mariana Aylwin respecto de Chile Vamos es una falta de respeto para el partido?
-Creo que cometimos varios errores. Nuestro error fue respetar a estas personas más allá de la disciplina. Radomiro Tomic dijo una frase muy valiosa y lo sigue siendo en su ausencia: ‘Nadie es más grande en el partido que el propio partido’, dijo. Hicimos un esfuerzo de que no les pasara nada, entre otras cosas, abusando del apellido, seamos claros. A Mariana Aylwin la quiero mucho, ella me ayudó en mis campañas, es una mujer hermosa, valiosa, pero no se puede hacer eso. Y no la sancionamos ni a ella ni a otros que tienen menos apellido. Camaradas nuestros con años de carrera que tuvieron cargos en la administración pública bien remunerados por ser DC. ¿Y ahora dicen que prefieren a Chile Vamos?

-¿Mariana Aylwin debiera ser sancionada?
-Eso es algo que tiene que resolver el tribunal. No me puedo pronunciar.

-¿Pero Mariana Aylwin es la DC? ¿Pesa en el partido más allá de su apellido?
-No podría contestar. Hay dos Marianas. La de hace 10, 15 años, la que nos ayudó a muchos candidatos. La que era la hija predilecta de Patricio. La Mariana dulce, querendona con su partido. Y luego la de ahora, de infinita presunción, que ha llevado adelante esto junto con otros, que tienen menos principalía y que se cuelgan de ella. Lo único que le pediría a esos 10 o 20 militantes es… a los varones, que sean hombrecitos y digan que se van del partido, no que ‘van a pensarlo’. Al partido se entra por voluntad como se entra al matrimonio. No cualquiera debiera entrar a la DC. No cualquiera que se fue vuelve al partido. Para irse, las puertas están abiertas y deben ser lo suficientemente rectos. Si quieren irse, que se vayan. Si quieren someterse al partido, que lo hagan, pero que después no salgan llorando que porque son hijos de tal persona no los pueden tocar. O porque fui ministro de Hacienda y a la salida fui jefe de las isapres… lo cual es estar con Dios en el diablo. Que no se quejen. La política es correcta, con testimonio personal y se hace con las manos limpias. No con las manos sucias y las ideas difusas.

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