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Presidente de la Fech se lanza contra Sande y Eguiguren:  «Ser jefes de gabinete de Educación y Economía, son cuestiones que les quedan grandes» Además, calificó sus sueldos como «evidentemente excesivos»

Presidente de la Fech se lanza contra Sande y Eguiguren: «Ser jefes de gabinete de Educación y Economía, son cuestiones que les quedan grandes»

El estudiante de Geología, Alfonso Mohor, criticó el hecho de que el ex presidente de la Feuc, Ricardo Sande, y el ex candidato para encabezar la misma federación, Pablo Eguiguren, se desempeñen en dichos cargos desde el próximo 11 de marzo: «Desconfiamos de lo que puedan hacer, del motivo por el cuál están ahí. Sabemos que Sande fue parte de un comando de Jaime Bellolio. Y ahora llega a ser jefe de gabinete de Educación… quizás qué tipo de favores se están transando. Esto lo vemos con suspicacia y si ya teníamos fundadas dudas y resquemores con la figura de Varela y el subsecretario Figueroa, ahora con este jefe de gabinete las posibilidades de entendimiento no sé hacia dónde de están orientando . Te diría, de hecho, que se están cerrando cada vez un poco más», dijo.


En entrevista con El Mostrador, el presidente de la Fech, Alfonso Mohor, se refirió a los nuevos nombramientos en dos ministerios: el de Pablo Eguiguren, ingeniero de la Universidad Católica, que con 24 años llegará el 11 de marzo a ejercer el cargo de jefe de gabinete en el Ministerio de Economía; y el de Ricardo Sande, quien será jefe de gabinete del ministerio de Educación.

«Sande y Eguiguren no traen una cartera de trabajo robusta que haya sido probada antes, y tampoco vienen a conciliar con las necesidades ampliamente acordadas en el país. Si bien se entiende que tiene que haber algún nivel de experiencia y mérito, podría haber otra alternativa, pero tampoco la hay: me refiero a la posibilidad de hacer un gesto político en dirección a las demandas de la ciudadanía», dijo.

-¿Qué te parece la noticia: Ricardo Sande y Pablo Eguiguren, flamantes jefes de gabinete en Educación y Economía, respectivamente? 

-A ver, yo diría que tenemos dos ideas en mente cuando pensamos en estas personas como jefes de gabinetes de dos ministerios importantes como lo son Educación y Economía. Lo primero es la falta de expertiz: sin ir más lejos, ambos están escasamente terminando sus estudios, no han tenido un trabajo en educación o en economía que sean robustos y que den garantías de lo que ellos pueden llevar a cabo y cuál digamos sería la impronta de su trabajo. Nada nos habla de lo que podrían hacer. Y en contraste, recordamos el caso de Sande, en el año 2015, como presidente de la Feuc. Él, como vocero de la Confech, siempre impulsó su agenda personal y no respetó en ningún momento lo que eran las definiciones democráticas de los espacios que toman esas decisiones. Ahí hay algunos antecedentes cruentos sobre cuál es la impronta que Sande le imprimiría a su trabajo el día de mañana. Además, ser jefe de gabinete de Educación y Economía, son cuestiones que nos parecen que les quedan grandes, y no solo eso, sino que desconfiamos de lo que puedan hacer, del motivo por el cuál están ahí.

-¿A qué te refieres?

-Me refiero a que sabemos que Sande fue parte de un comando de Jaime Bellolio. Y ahora llega a ser jefe de gabinete de Educación… quizás qué tipo de favores se están transando. Esto lo vemos con suspicacia y si ya teníamos fundadas dudas y resquemores con la figura de Varela y el subsecretario Figueroa, ahora con este jefe de gabinete las posibilidades de entendimiento no sé hacia dónde de están orientando y te diría que se están cerrando cada vez un poco más.

-¿Y Eguiguren, estaba en tu mapa político?

-No estaba en mi mapa, pero sí entiendo que es parte del movimiento gremial de la UC, mismo perfil que Sande, y eso te habla de la dirección que está tomando esta renovación dentro de la derecha política de Chile; estamos viendo que hay un nicho en particular dentro de la UC que toma preponderancia. Ricardo adelantaba que esperaba que muchos más se fueran sumando, así que esto puede ser un gesto acerca de hacia dónde se está moviendo la derecha, y nos parece que se está consolidando en una línea conservadora, cuestión que si uno las contrasta con las vocaciones de los distintos movimientos sociales, es bastante preocupante, porque hemos levantado una serie de consignas y reivindicaciones que han cuestionado el modelo neoliberal. Entonces, este tipo de gestos, que es ir involucrando a más personas de este nicho, nos habla muy mal sobre hacia dónde van los designios de Chile.

-¿En el sentido de la meritocracia?

-Me gustaría precisar sobre qué estamos hablando cuando hablamos de meritocracia. Es una forma de validar la apuesta de poner a una persona en un cierto cargo, pero también es un discurso bien fuerte que dice: «todos en base a su propio esfuerzo pueden salir adelante», lo que a su vez también es el fundamento del proyecto neoliberal. Entonces, lo primero que digo es que en términos de discurso estoy en desacuerdo acerca de lo que significa la meritocracia para Chile. Hoy se le dice a las familias pobres que se esfuercen más y que se rasquen con sus propias uñas para salir adelante, cuando la sociedad en realidad les ha cerrado las puertas en la mayoría de los lugares y por mucho esfuerzo que hagan, no necesariamente podrán salir adelante. Yo no valido la meritocracia como un principio en sí, porque creo que es una forma de mentirles a las personas más precarizadas.
Lo segundo es que cuando hablamos de la administración política y estatal, hay que tener certeza de que las personas que van a estar ahí tienen alguna perspectiva o impronta que concilie con las necesidades de Chile, y hoy lo que veo es que Sande y Eguiguren no traen una cartera de trabajo robusta que haya sido probada antes, y tampoco vienen a conciliar con lo las necesidades ampliamente acordadas en el país. Si bien se entiende que tiene que haber algún nivel de experiencia y mérito, podría haber otra alternativa, pero tampoco la hay: me refiero a la posibilidad de hacer un gesto político en dirección a las demandas de la ciudadanía.

-Andrés Zaldívar fue subsecretario de Hacienda de Eduardo Frei Montalva a los 27 años. ¿La edad es, necesariamente, un impedimento según tu visión?

-No conozco el caso de Andrés Zaldívar, pero sí te puedo dar cuenta de lo que sabemos de estos dos personajes. Sabemos que no han estado comprometidos con quienes han llevado la batuta en sus respectivas carteras. En el caso de Sande, siendo dirigente estudiantil, echó por tierra todo el trabajo que se había realizado por los movimientos sociales que impulsaban una agenda política y de cambios en educación. Eso te genera dudas. No creo que ese haya sido el caso de Andrés Zaldívar, él probablemente, en su propio contexto, puede ser que haya sido líder de esos movimientos sociales que impulsaron esa agenda de cambios y llega ahí con esa impronta, pero en el caso de Sande es todo lo contrario.

Por otra parte, yo creo que en el fondo lo que hay ahí es que no hay ningún respaldo de ningún tipo. La derecha no ha sido capaz de posicionar una agenda que venga del mundo de la derecha, así que Sande no representa nadie más que alguien que escale dentro de la política y que renueve a la derecha.

-¿Ven estos nombramientos con preocupación?

-Primero, lo te puedo decir es que hasta ahora uno ve una renovación direccionada al sector liberal de la derecha chilena, con Evópoli, y lo que hace esto es tomar a los exponentes del movimiento gremial, que son más ligados a la derecha conservadora. Si alguien se preocupara por dar pasos en una dirección más renovadora, podría encontrarlo preocupante.

-Sande, en su momento, criticó que se usara a la Feuc como trampolín político. La actual presidenta de esa federación, Josefina Canales, acusó que él estaba haciendo lo mismo…

-O sea, yo creo que la idea del trampolín político, cuando no viene acompañada de un proceso de politización, no tiene ningún sentido. El caso de Sande, es precisamente una persona que no trabajó para la organización que representaba, fue el primer vocero en ser revocado desde que yo recuerdo. En ese sentido, me parece que esto podría ser un trampolín político vacío, gracias a la figuración, a la tribuna que te da ser dirigente estudiantil, y no gracias a un trabajo político y alguna intención de representar las demandas de los movimientos sociales.

-¿Estás en contra del trampolín político en sí?

-El trampolín político es una idea vacía, puede querer decir cualquier cosa. Yo estoy en contra de que una cara que se hizo de una reputación a partir de una dirigencia estudiantil, donde ni siquiera fue un aporte para los movimientos sociales, llegue después a robustecer las filas de un partido, sea cual sea. Pero sí es coherente cuando un dirigente logra conducir un movimiento social y aportan a la politización de los procesos, y que después eso de traduzca en algo más político, porque evidentemente no hay posibilidad de cambio sin política. Reconozco que hay dirigentes y dirigentas que han logrado eso último.

-El sueldo que Sande y Eguiguren recibirían es cercano a los 5 millones. ¿Estás de acuerdo con estas remuneraciones?

-Me parece que es evidentemente excesivo. Estos compadres que están recién saliendo de la universidad… es decir, que ganen veinte veces el sueldo mínimo, directamente a las filas de sus partidos políticos… No

-¿Cómo ven, desde la FECH, el escenario para este año?

-Nosotros estamos viendo el escenario de forma estratégica, porque si bien este 2018 es el primer año de gobierno de Piñera, y nosotros, quienes tendremos la conducción formal de nuestras distintas casas de estudios, nos toca enfrentar ese episodio de esta serie, lo cierto es que son 4 años de gobierno y tenemos que poner en ese contexto las acciones que vamos a ir tomando. Ahí, por ejemplo, si bien tenemos muchas reinvindicaciones, como la eliminación del CAE, la condonación de las deudas, cosas que obviamente contrastan con los intereses de este gobierno, también estamos pensando en cómo volvemos a dotar de fuerza y dinamismo a nuestra propia organización Este año, a la par de ir poniendo temas sobre la mesa para impulsar nuestros cambios con el ministerio, también estamos intentando de que el movimiento social por la educación tenga la posibilidad de proyectarse en un trabajo permanente durante 4 años.

-¿No ven posible que se reviva la chispa del 2011?

-Yo no sería ingenuo en ese sentido, yo no creo que este sea el mismo Piñera que fue en su primer gobierno, tampoco creo que el movimiento estudiantil esté en las mismas condiciones, y no caería en la misma ansiedad de movilizar por movilizar. Hay oportunidades, eso sí, y las vamos a aprovechar de la mejor manera posible. Si hoy lo que hacemos es salir a la calle obtusamente, sin mayores claridades, vamos a chocar contra una puerta cerrada que no vamos a poder abrir. Esa no puede ser la forma de tomar la iniciativa. Además, evidentemente que si hay algún intento de arrebatarnos nuestros pequeños avances, la respuesta nuestra será férrea.

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