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Además, una de cada diez madres debe hacerse cargo también de sus nietos. Sin embargo, a pesar de posibles inconvenientes, el 90 por ciento de las encuestadas considera que “ser mamá” es el desafío más importante de sus vidas, ya sea como madre biológica o adoptiva.
Cuatro de cada diez mamás no vive con sus parejas y una de cada cinco no vive con sus hijos. En uno de cada cinco hogares las mamás conviven con su familia extendida (suegros, sobrinos, tíos, entre otros), lo que demuestra que el estereotipo de familia tradicional, conformado por mamá-papá-hijo, va en retirada.
Estas son algunas de las conclusiones que arrojó la Primera Radiografía de la Mamá en Chile, elaborada en conjunto por Ripley y GFK Adimark. El estudio, realizado a cerca de mil mujeres mayores de 18 años a lo largo del país de distintos segmentos socioeconómicos, reveló cómo es, qué hace, qué piensa y cuáles son las inquietudes de la mamá chilena.
Los resultados se conocieron esta mañana, durante un panel en el que participó la Ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá; la gerente de Marketing de Ripley, Pilar Barriga; la subdirectora de Marketing de GFK ADimark, Catalina Correia, y la periodista y mamá Claudia Aldana.
En promedio, las mujeres en nuestro país tienen a su primer hijo a los 23 años, cifra que varía dependiendo del nivel socioeconómico; mientras en segmentos altos este número asciende a los 26, en estratos más bajos el primer nacimiento se registra en promedio a los 22.
Mamás multitarea
Nueve de cada diez mamás chilenas no paga por ningún tipo de ayuda para las tareas domésticas o cuidado de los hijos. Sólo un 3% de ellas le paga a alguien para que le asista con las labores diarias (crianza, cocinar, aseo, traslado de los hijos, etc.).
Asimismo, un 44% de las encuestadas manifestó que –antes de ser madres– el desarrollo profesional era su meta más importante, pero gran parte de ellas renunció a esta aspiración para dedicarse a la familia. Cuatro de cada diez mamás –en promedio– no tiene trabajo remunerado, y el número sube a seis de cada diez, en el grupo más vulnerable (GSE D).
Sin embargo, a pesar de posibles inconvenientes, nueve de cada diez mamás afirma que ser mamá es el desafío más importante de su vida, y que la experiencia de ser madre vale la pena vivirla.
